"Acordaos de  los presos como si estuvierais presos juntamente con ellos... "                                                                                                                                                                                                                                             (Hebreos 13;3) 

                        MINISTERIO CARCELARIO Y LIBERACIÓN

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Despues de esta Vida

ESTE LIBRO TITULADO "ANGELES"  EN  2021 FUE POR EL AUTOR ADAPTADO Y ENRIQUECIDO EN LA DOCTRINA DE LA GRACIA .

-ANGELES-                                                El propósito del plan de Dios    

INTRODUCCION

Hace más de treinta años, cuando era un joven Pastor abocado a la obra de Dios, diariamente escudriñaba las Sagradas Escrituras y escribía.

En ese entonces no imaginaba que algún día sería el hombre mayor que, encontrando esos antiguos escritos, podría mejorarlos y publicarlos, convirtiéndolos en libros para obsequiar.

Entre hojas viejas, hallé varios pasajes de mis letras plasmando unos cuantos pensamientos sobre los misteriosos grandes hallazgos de la poco divulgada arqueología prohibida, que corresponde a un pasado muy lejano con difusión limitada, porque tiende a desboronar las elaboradas teorías de la evolución del hombre y las especies, las cuales proponen la existencia de seres humanos materiales sin propósito espiritual y surgidos de mutaciones genéticas, casuales y afortunadas.

Entendí que había suficientes evidencias como para suponer que inteligencias superiores habían estado en esta tierra desde sus orígenes.

Si antes del llamado homo sapiens se encontraron objetos y elementos de elaboración tan avanzada que supera la ciencia actual, y si a esto unimos las construcciones milenarias que han dejado perplejo a los investigadores que, por no hallarle explicación, le dieron el nombre de "anomalías históricas", si a la vez agregamos los hallazgos de escritos y dibujos en piedra de épocas remotas pero que los mismos explican lo que recién se descubrió pocos siglos atrás, como el sistema solar, el zodiaco, astronomía, química, medicina, trasplantes y hasta bosquejos de ovnis y alienígenas tanto en formas reptilianas como en otras. Y si por último relacionamos todo esto con los más de 1400 esqueletos o restos humanos gigantes, desde niños hasta adultos, desde 3 metros hasta 11 de estatura, y con seis dedos como dice la biblia al referirse a los Nefilim, que significa " los venidos del cielo"; entenderemos entonces el motivo por el cual todos los pueblos originarios separados entre sí por miles de kilómetros de distancia y por distantes épocas, aseguran que seres descendidos fueron los que les enseñaron todo con sobrenatural inteligencia, a quienes consideraron sus maestros, sus dioses, de los que hablan casi todas sus escrituras antiguas, empezando por la primer civilización conocida, llamada Sumeria, la cual emergió de repente, como luego lo hizo Egipto, Babilonia y otras que aparentemente provinieron de la nada, allá por donde ahora es la región de Irak, el mismo lugar donde la biblia menciona su origen, primeros habitantes y el paraíso. Y el mismo sitio por donde fue diseminada la familia de Noé después del diluvio.

En todas las culturas antiguas aparecen ovnis como en los textos sumerios o en las paredes de las tumbas egipcias.

Se conoce de viajeros de distintas formas humanoides y reptilianas; de gigantes poderosos que se mencionan antes y después del diluvio bíblico; de edificaciones de granito, como la de Siberia, que cada piedra pesa hasta 4000 toneladas y que fueron cortadas con bordes afilados, tallados y rasurados como por una navaja. No hay grúas ni aparatos elevadores capaces de mover y levantar semejantes piedras, ni existe tecnología capaz de cortarlas del modo que lo está.

Los científicos no tienen una explicación de cómo trasladar piedras de un mínimo de 15 toneladas por largos kilómetros hasta llegar a sitios del desierto, cortarlas todas desiguales, aplanar sus superficies y hacerlas encajar sobre el resto del muro, uniéndolas a otras sin ninguna mezcla, pero confeccionada y colocada con tal precisión, que ingresa cada una en su espacio justo de un modo tan milimétrico que no deja ni caber un cabello en sus juntas.

Hay demasiada evidencia para negar que al final de la última Edad de Hielo, se ha dado inicio a otro origen y aun después del diluvio existieron muy avanzadas culturas en algunas partes del mundo que desafían lo físico y las leyes naturales. El origen de estos pueblos es completamente desconocido, se han escrito varias teorías, y aún conservo aquella que me sentí inspirado empezar en mis años jóvenes, escudriñando y orando, llevando el intento de vincular todas las rarezas y extraños hallazgos, a seres poderosamente inteligentes, con estrecha relación a los relatos bíblicos, a la humanidad y al plan de Dios donde la predestinación y el libre albedrío son propósitos de su gran amor



   CAPITULO 1

Al principio

Del seno de la trinidad divina y sin edades fluyó una poderosa voz creadora que expresó; ¡Sea!! "Y en el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios" (Juan 1;1).

En ese mismo instante comenzó a existir el tiempo e inmensas cantidades de llamitas de espíritu se fueron desprendieron del núcleo maravilloso de lo eterno y se expandieron lentamente como si fueran estrellas y así fue que los ángeles estaban siendo creados.

En ese fascinante ámbito de luz, los más bellos paisajes florecían alrededor de una inmensa ciudad rodeada de piedras de fuego y materiales preciosos indescriptibles.

Con diferentes temperamentos de bondad los ángeles se agrupaban en un perfecto orden jerárquico distribuido por virtudes y talentos según el creador.

Adoraban los serafines sobre el trono de Dios diciendo; "¡Santo es el Señor!" (Isaías 6; 3) mientras los Querubines protegían el ámbito divino y los Arcángeles inspirando respeto daban cánticos de sublimes melodías.

El mundo angelical poseía un cuerpo espiritual visible entre ellos, con el cual se movían y disfrutaban de todo lo creado en el más elevado sitio donde habitaba el Altísimo. "el siempre cielo de los cielos" (Salmo 68:33).

Dios en su amor, quiso que existiera el amor fuera de Él, el amor en seres libres dotados de inteligencia y voluntad.

Transcurriendo las edades esa libertad produciría en tan inmenso ámbito frutos variados en virtudes como también minúsculos defectos de esos prodigiosos seres con cuerpos espirituales, bellos y armoniosos que lucían los ángeles y arcángeles provistos de dos alas, los querubines de cuatro alas y los serafines seis. (Salmo 91; 4), (Salmos 91; 11)

Entre tantos millones angélicos sucedieron pequeños roces por sus voluntades e intelectos, por lo que los niveles espirituales de todos permanecían siempre en movimiento. Los más puros y elevados giraban en la santidad más próxima al trono de Dios.

En lo más alto de la pirámide jerárquica angélica se movía entre el fuego santo que emanaban las rocas el más poderoso, inteligente y admirable espíritu divino: Lucifer. Él era la corona de la creación celeste y sin vanagloria alguna lucía vestiduras preciosas y tesoros sobre su cabeza.

Él había sido la primera estrella. La primera obra que el Creador embelleció una y otra vez. Lo hizo más grande y le otorgó poder como a ninguno. Por encima de él, sólo estaba Dios.

"Oh querubín grande protector del huerto edén espiritual. En la cima estabas, en el santo monte de Dios. Entre las piedras de fuego te paseabas con tus vestiduras de piedras preciosas; el sardio, topacio, diamante, crisólito, ónice, berilo, el zafiro, carbunclo, esmeralda, y oro. Los primores de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidos para ti en el día de tu creación". (Ver Ezequiel 28:13, 14).

En medio de la música había sido creado, y entre todos los ángeles, tronos y príncipes, Lucifer era el trono de los tronos y el príncipe de los príncipes.

Él debía cuidar y proteger que no brotara ninguna rebelión a causa de la libertad que les fue dada.

El plan de Dios revelado a los ángeles

Dios les reveló a sus ángeles una futura creación material y les mostró cómo en ella la vida florecería. Sería un mundo donde cumpliría propósitos divinos de gozo y la oportunidad de que muchos ángeles se luzcan por la libertad de sus voluntades dotados de espíritu eterno y cuerpos físicos. No ocuparían ese orbe por decisión propia, tampoco a modo de experimento, ni al azar, sino como los hijos de Dios, los mismos que lo habían alabado desde el primer instante "los hijos de Dios que lo alababan en su creación". (Job 38; 1-7)

El sublime Dios Trino les revelaba a sus criaturas que en el mundo que iba a crear conocerían como hombre a la segunda persona de la trinidad siendo Jesucristo su nombre y toda rodilla se doblaría ante él, (Fil.2; 10-11) y en la tercera persona; el Espíritu Santo, por el cual se hace la obra del misterio de Dios mismo que como Padre hizo saber que su Hijo era lo mismo que Él, y ambos, el mismísimo Espíritu Santo. De modo que dondequiera que estuviese su Hijo, también Él estaría y su Espíritu. (Juan10; 30).

La rebelión

Todos los ángeles deseaban ser designados para vivir en ese futuro lugar revestidos de un maravilloso cuerpo humano, pero Dios decidió escoger para ello a un inmenso grupo de millares que por efectos de sus voluntades libres habían quedado algo rezagados de los niveles espirituales promedio del resto angélico, pasando a ser llamas tenues, carentes del suficiente ánimo para experimentar el gozo, la santidad y la alabanza en aumento.

La bondad estaba en ellos, pero sin darse cuenta se fueron alejando del centro fogoso de glorioso crecimiento y aunque podían haber quedado así por eternidades, o Dios hubiese podido en un instante desaparecerlos, no lo hizo. El Creador en su amor y misericordia decidió avivar su fuego en ellos, encendiendo su voluntad de amar, obrar, pensar y vivir. Raería de sus memorias su origen divino de luz y renacerían en envase de carne como hechura suya a través de Jesucristo, con misiones que cumplir y propósitos divinos determinado las obras para ellos que él Señor ya estaba preparando de antemano.

"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Efesios 2; 10).

Dios mismo, en su Hijo y el Espíritu Santo, andaría entre ellos manteniendo a todos activos en sus servicios, en trabajos y progresos.

Unos criarían a otros como familias, y con un soplo de vida los elegidos desde antes que el mundo fuese (Ef.1;4) irían llenando los mundos que sean necesarios a través de la procreación y el tiempo, porque sus cuerpos físicos determinarían sus géneros, masculino o femenino poblándose en equilibrio perfecto y Dios haría esta obra con tanta perfección que jamás nadie podría alcanzar un logro semejante con la materia inanimada como el de traer ángeles del cielo.

Y los ángeles que no conformarían parte de la humanidad, con alegría se preparaban para ayudar y servir entre los futuros hombres y mujeres nuevos, desarrollando los del cielo nuevas facultades para materializarse entre ellos cuando las características de su labor lo comprendieran necesario,

Mientras la mitad de los ángeles gozosos fueron abrazando este plan divino, Lucifer sentía algo desagradable en su interior porque no entendía el motivo por el cual Dios tendría la necesidad de tomar una naturaleza humana en Jesús sin tener en cuenta a su ángel principal que con su esplendor y sabiduría sería más que suficiente para gobernar esa nueva creación ocupada por llamitas tenues convertidas en humanos para llenar la tierra. Él hubiese sido la mejor opción para tan perfecto plan.

Lucifer se sintió triste, humillado y sin enojo murmuró: NO. y con sutileza empezó a hablarles a los demás ángeles que escuchaban en silencio.

El Gran príncipe conversaba tranquilo exponiendo con suma inteligencia todos sus argumentos que parecían hechizar los intelectos con un discurso rebelde pero bueno.

El arcángel Miguel se fue acercando despacio mirando fijamente a Lucifer en la cima de su honor, y le dijo; No es bueno lo que sientes.

"Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti la maldad". (Ez.28; 15)

Aunque multitudes de ángeles le dieron la espalda a Lucifer otros se fueron adhiriendo a sus convincentes argumentos ganando a los espíritus de los indecisos.

El número de los que glorificaban el plan de Dios continuaba creciendo. Pero también crecía el número de los que no veían claro y se ponían, sin convicción, bajo la sombra de Lucifer, mientras tanto otras muchedumbres de inmensos grupos no tomaban posturas definitivas.

Los luciferinos hablaban entre ellos, mejoraban sus razones. Los indecisos trataban de discernir la situación, preferían ser leales al Creador pero al mismo tiempo se entusiasmaban con la idea de la completa independencia bajo el reinado de Lucifer, y de ser los artífices de un nuevo orden de cosas. Ya se imaginaban como humanos disfrutando de toda la materia, de cómo podrían vivir en cuerpos íntegros en un gigantesco mundo que los llenaría de experiencias, revelaciones, sojuzgando a otras criaturas vivientes menores a ellos de todas las especies.

Mientras el enemigo con movimientos de independencia atraía cantidades de respetados ángeles que hacían más creíble su argumento ante los indecisos, Miguel, fervoroso combatiente, luchaba contra mayores en jerarquía para que cada uno de los que habían desertado vuelva a su puesto.

Luzbel ya no quería escucharía ningún llamado de parte de Dios en su corazón, sino por el contrario, le llenaba de furia que vinieran una y otra vez con el recuerdo de su santidad primera.

Los más fieles de Lucifer juraron seguir al gran guía diabólico, el cual ya no mostraba una hermosa faz, sino el rostro del traidor, el rostro del homicida, de un dragón.

El ejército de las tinieblas se fue tornando poderoso, firme y disciplinado, organizándose para atacar en grupo el orden pacífico de los ángeles.

Luzbel se sintió fuerte, era el momento de su máximo poder; a los ojos de cientos de miles de millones de ángeles, él era dios. El nuevo dios, el dios de la fuerza, el dios de la razón frente a una divinidad silenciosa que imponía una doctrina de amor infantil y de humildad.

Con su cola, el dragón arrastró a la tercera parte de los ángeles. Una tercera parte de esas estrellas cayeron. (Ap.12:3, 4) (Ap.1:20).

El resto con todas sus fuerzas resistieron al mal, pero el poder de la duda permaneció en millares de millares de ellos.

Dos terceras partes de los ángeles se mantenían fieles a Dios.

Una cantidad de ángeles caídos comenzaron a tornarse soberbios seres de ira, de rabia y resentimientos y ello poco a poco les fue transformando su imagen original pasando a ser semejantes a deformes fieras colmadas de odio, en tanto otros temblorosos recién estaban accediendo al engaño.

En ese campo de lucha, muchos indecisos y débiles fueron cazados por los más fuertes en las redes del pensamiento. Los peores se satanizaron y por otro lado los mejores se divinizaron bajo la acción de la gracia.

Dios podría poner el orden que quisiera en ese instante. Pero otros eran sus planes.

El Mal no sólo retrocedería, sino que sería expulsado de los Cielos. La humillación sería plena y llevada a cabo por otros ángeles, porque Dios no lucha con nadie, porque nadie está en condiciones de luchar con El.

Grandes ejércitos de rebeldes tuvieron que retroceder ante el dolor de las razones, ante la afilada hoja de la verdad, y cuando Luzbel miró hacia atrás, ya se había producido una gran derrota en las filas del mal.

Pero la guerra angélica siguió constante contando victorias de un lado y del otro, era una guerra sin tregua, entre un ángel y un demonio, entre un ángel y un caído indeciso, entre un ángel santo y un monstruo diabólico. A veces caían los santos y otras los luciferinos. Muchos ángeles confundidos, discretamente, se alejaron de las filas rebeldes. Podían no entender todos los planes de Dios, pero no seguirían a los dementes del mal.

CAPITULO 2

Sólo los peores y enceguecidos resistieron todas las razones, los esfuerzos que los buenos hicieron por su conversión. Satanás alzó su cuello flexible como de un dragón hacia el cielo y gritó cargado de odio: ¡No serviré! (Jer.2; 20) ¡"Seré igual al Altísimo"! (Is.14; 14)

Ya no había nada que hacer. La gran grieta estaba definida y del lado de los triunfantes de Dios también se agruparon miles de millones de ángeles tristes y confundidos que pasaron por dudas, indecisiones y sentimientos encontrados. Dios tendría una nueva oportunidad para ellos, a fin de que no queden para siempre sus estados.

Finalmente el Dragón y su sequito fueron lanzados hacia el abismo de oscuridad que tenían detrás de ellos.

Triste historia la de Lucifer, "A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad y pecaste, por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras de fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor" (Ez.28; 16,17)

Solo los guerreros del ejército del gran Dios, los que nunca dudaron, los verdaderamente fieles y colmados de amor a su hacedor quedaron alabando y glorificando en todos sus niveles jerárquicos, y un poco más allá, juntos con los ángeles menores en luz, también quedaron los ángeles confundidos, sin maldad pero indecisos, dubitativos, que no habían alcanzado una definición segura.

Dios muy lejos de marginar a los ángeles salpicados por la impureza de semejante batalla, sintió el amor suficiente para incluirlos en su plan, pues ya no podrían seguir ocupando el cielo en el triste estado que se encontraban y les daría una nueva oportunidad a los arrepentidos, a los dubitativos, indecisos conjuntamente con los primeros que no habían progresado en lo excelso y lo divino.

El diablo y su séquito cayeron en el frio abismo de la oscuridad y en medio de esa nada se nuclearon. Los grupos dependían de sus estados y se unían a sus afines bajo el único líder; Lucifer

Durante infinitas eternidades, las lágrimas de rabia acabarían de formar a esos espíritus en verdaderos monstruos del resentimiento. Satanás, Belbezú se proclamó dios y exigió no sólo obediencia, sino que exigía adoración de los caídos que se dividían en jerarquías y escalas de separación de Dios, desde los más satánicos inundados de blasfemias al Creador, hasta los más intelectuales, indiferentes a la divinidad, que optaron por su libertad y ello fue marcando la diferencia que había entre las huestes, los principados, los gobernantes, las dominaciones y las potestades. (Efesios 6; 12)

La creación del universo

"Y al principio Dios creó los cielos...". (Parte de Gn.1; 1)

Dios dijo: Hágase la luz. Y en medio de un vacío de la nada, apareció una luz brillante, blanca, que se expandía. Era el comienzo del Universo.

Los ángeles de Dios observaron atónitos cómo esa luz se iba apagando. Y al enfriarse, la materia en estado sólido daba una lenta danza, formando los primeros pedazos y cuerpos, hasta que paulatinamente fueron apareciendo los primeros astros en las edades, en tanto todos los ángeles daban glorias al Creador, (Job 38;1-7)

No sólo crearía el cosmos, sino que crearía un cosmos que se extendiese; "...Jehová, es el que extiende los cielos, y funda la tierra..." (Zac.12; 1)

No sólo crearía una obra de arte, sino una obra de arte dinámica y así dispuso que su creación fuera un universo en expansión."...él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar". (Is.40:22)

Así el universo fue extendido con el propósito de crear nuevas moradas y no expandido a causa de una explosión que se haya producido de un punto más pequeño que el átomo. La teoría de la evolución cósmica a partir de una explosión sin motivo en medio de la nada, pero que de ella haya salido todo lo que existe y en equilibrio y orden perfecto, carece de todo resultado que se entienda bajo observación y experimentación científica. Toda explosión produjo como resultado el caos y el desorden, y jamás la armonía y el orden.

Pasó mucho tiempo para que esa gran obra de arte esté terminada con sus mundos. La palabra original griega de (Heb.1; 2) es "Aión" y significa "Mundos".

Lucifer y los caídos empezaron a recorrer ese universo llamado; el segundo cielo, porque ellos habían caído desde el tercer cielo que era el Edén celestial, Paraíso y Ciudad de Dios que se elevada sobre el monte, muy cercana a su trono que se ubica por encima de todos los cielos.

A diferencia de ángeles infectados por el odio que como bestias rabiosas deambulaban, había otros y entre ellos grupos numerosos que se habían apartado de Dios por la sola impronta de ejercer su libertad e intelecto creativo donde habitada su soberbia e incursionaron a hacer sus obras de superior inteligencia y genialidades en diversos planetas.

Ellos se nuclearon como habitantes híper avanzados en los más recónditos mundos que Dios había creado, incluso en la Luna y Marte quedaron sus huellas en rarezas y misterios como en tantos planetas, entre los que hubo algunos que Dios destruía por su iniquidad, quedando en su lugar un cinturón de asteroides girando en el espacio, en ese espacio que empezaban a recorrerlo ángeles caídos "en carros de fuego". (2°Reyes.2; 11-12), (2° Reyes, 6; 17), (2° Reyes.7; 6).

Estos carros de fuego con "... ruedas dentro de ruedas" (Ez.1;16), como todos los objetos extraños que tuvieron una utilidad, Dios se los había mostrado en visión a sus ángeles antes del conflicto con Lucifer.

A partir de la rebelión, los caídos, se empeñaron en copiar la semejanza de lo que habían visto y accionando objetos en materia y energía transformaron esos elementos para ejercicio de la maldad y ellos también pudieron hacer los más variados carros de fuego copiados.

Pero Dios había sido el creador original, "Los carros de fuego de Dios cuentan con veintenas de millares de millares" (Sl. 68; 17)

Cada uno de los ángeles fieles del Señor, al igual que los ángeles del mal, habían sido identificados por un nombre con relación a su personalidad o función. Y a todos les fue dada la facultad de materializarse fuera de sus moradas, apareciendo en una imagen perfectamente diseñada, tanto física como orgánica de género masculino, como lo era también el Cristo Hijo y Padre.

Los ángeles que cayeron en maldad, al materializarse en su sexo masculino, inmediatamente se desviaron hacia la fornicación, lujuria y perversión homosexual.

En tanto los ángeles de santidad guiados por el Espíritu de Dios, se materializaron careciendo de toda sensación sexual, y sus órganos estuvieron dispuestos al uso fisiológico para cuando les fuera necesario (Gn.19; 3).

Así como los ángeles de Dios, en forma humana acompañaron, ejecutaron, previnieron, advirtieron y obraron, también los ángeles de Lucifer se materializaron en forma humanoide y otras con las cuales se identificó su ser nefasto y maldito.

Como seres maliciosos extra dimensionales hacían sus demostraciones en materia con creaciones y elementos de avanzada, útiles según sus propósitos, alimentaban su orgullo, exaltando el ego de haber alcanzado sus aspiraciones, elevando la arrogancia, esa misma soberbia por la cual fueron separados de la divinidad y hechos sujetos a sus propias facultades.

Los malvados estaban transformando las cosas creadas por Dios, en instrumentos sofisticados y asombrosos, y los fueron desarrollando sintiéndose cada vez más superiores al santo ámbito que habían dejado atrás.

CAPITULO 3

"Al principio Dios creó los cielos Y LA TIERRA" (Génesis1; 1)

Los cielos, las galaxias, el firmamento lo hizo primero y más tarde, la tierra.

En una galaxia entre las estrellas creadas, Dios formó una esfera, cuyos gases incandescentes, al enfriarse se convirtieron en líquido. Más tarde las materias se solidificaron formando las primeras rocas y sus vapores se convertían en densas nubes.

El obrar de Dios actuaba en esa superficie que se agigantaba y se enfriaba. El vapor del agua que contenía la atmosfera se empezó a precipitar en forma de lluvia, produciendo lo que luego serían los océanos.

Dios hizo brotar rocas fundidas de las profundidades del planeta originando grandes volcanes y la corteza terrestre se arrugó plegándose en altas montañas de piedras que el Creador proveyó con minerales como hierro, plata, cobre, oro y otros metales que serían sumamente necesarios para la humanidad que el Hacedor tenía en sus planes.

Luego Dios creó los peces en los océanos, helechos y plantas mayores en la tierra, las arenas en las costas y los insectos. Todo se conjugaba perfectamente y cada cosa creada del reino vegetal, mineral o animal tenía una función o utilidad que maravillosamente lograba la supervivencia natural de todo lo diseñado con la más inalcanzable inteligencia. Todo lo creado conformaba un equilibrio perfecto.

Creó animales que puedan vivir en la tierra o en el mar; los anfibios, también los reptiles, pequeños o gigantescos fueron creados en tierra y en lagos, algunos poseían alas. Y también creó diferentes seres de sangre caliente y cubiertos de pelo que alimentaban con su leche a su cría; los mamíferos y sus especies.

A todo las cosas les dio la asombrosa capacidad de reproducción, desarrollo físico y orgánico a modo exacto, justo e ideal (Gn.1, 21) "...y vio Dios que todo era bueno".

Todo lo creaba Dios y nada existía por chance o suerte evolutiva. Un pez no llegaría a ser un perro y ningún insecto un dinosaurio. Los seres vivientes no estaban proviniendo de una misma célula madre. Dios estaba creando a cada una de las especies y ciertamente prosperó la producción de sus variables entre ellas mismas.

La clasificación en las especies quedó vigente (Gn.1; 24). Las barreras genéticas creadas no permitían a una especie cambiar a otra totalmente distinta. La inmensa variedad de especies solo se podían producir de acuerdo a su propia especie, a diferencia de lo que iría a suponer una teoría evolutiva.

Dios formó las células, pero a cada una de ellas les formó un microorganismo súper complejo, imposible nacer de la nada y por casualidad. Y Dios hizo que las células fueran compuestas por otros micro-elementos, más complejos aun, los átomos. Y con ellos Él estaba creando maravillas vivientes que guardaban y compartían similitudes pero no por proceder de un mismo punto microscópico, sino porque estaban proviniendo de un mismo diseñador y creador.

Ninguna cosa con vida había aparecido de la nada. Dios creó sus organismos dotados con una complejidad inimitable de perfección tal, que los hizo apto para el apareamiento, reproducción y supervivencia.

Sabiamente hizo a casi todos los seres tan simétricos que si se dividieran con una línea desde arriba hacia abajo por la mitad, se verían que ambas partes fueron hechas iguales, y la suerte no hubiese podido decidir que dos partes iguales eran mejor que una parte. Si así hubiese sido, entonces los animales hubiesen tenido una sola de las partes hasta que con el tiempo y su evolución fueran favorecidos con dos partes iguales, lo que habría dejado infinidades de hallazgos de dinosaurios con una sola pierna y un solo brazo y así en todo tipo de animal que hubieran fenecido a mitad del tránsito de su evolución.

Si todo viviente hubiese evolucionado, habría millones de restos fósiles en fases intermedias entre, como por ejemplo, una especie de antílope que dicen antepasado de la jirafa y la jirafa; cada cual con el cuello un poco más largo, sin embargo jamás será encontrado nada en evolución. Nadie podrá ver evolucionar a ninguna especie, ni siquiera de los insectos, que hacen una generación nueva cada pocas semanas, tampoco en ellos hubo eslabones "intermedios".

A todo ser viviente lo estaba creando Dios inteligentemente y con un mapa genético que sería imposible que se logre a sí mismo por casualidad aunque la ciencia futura vaya a agregarle más y más millones de años intentando acercar esa hipótesis.

Luego de una gran actividad volcánica, una nueva etapa el Creador inició con los siglos. Por las temperaturas tan bajas, los glaciares avanzaron hacia los polos cubriendo de hielo gran parte terrestre y en tiempos fríos posteriores dejó que los mamíferos se multiplicaran e hizo surgir de sus familias otros afines, como los que serían más adelante los animales domésticos, porque Dios hacía posible que de los lobos puedan salir razas perrunas, pero no que de perros lleguen a nacer lobos.

Desde que el pecado y la muerte habían ingresado al mundo, de animales originales se desprendieron variables con menor riqueza genética, ocurriendo lo contrario a la evolución y explicándose así la extinción de muchos animales.

Mientras esto pasaba, la tierra estaba siendo observada por los ángeles caídos que el libro bíblico apócrifo de Enoch; llamó "Vigilantes u observadores", ellos permanecían atentos al desarrollo de todo lo que Dios creaba.

Desde un principio los malvados se sintieron atraídos al planeta del que mucho se les había mostrado en imágenes, cuando todavía eran ángeles de bondad.

A Lucifer le resultó más que tentadora la creación de la tierra. Y llevó latente el deseo de destruir en ella todos los proyectos divinos que le habían sido enseñados cuando habitó al lado del Altísimo.

Él armó sus propios planes para impedir los de Dios, y ellos consistían en enseñorearse de lo creado manipulando las especies, trastornando los métodos naturales y habitando las naciones con sus ejércitos de maldad, junto con sus futuras crianzas de híbridos con mestizaje genético, producidos como criaturas vivientes a través de experimentos y mezclas que, desde luego, serían fieles a Él e irían contra todo el plan que Dios tenía con el reinado de Cristo en la tierra.

Enormes cantidades de ángeles caídos fueron descendiendo y materializándose en diversas figuras humanoides, reptilianas y otras, que ya habían estado utilizando cuando exploraron otros mundos del segundo cielo.

La figura humana la habían copiado cuando Dios, antes de la rebelión, les enseñó en imagen su plan en la tierra y a su hijo hecho hombre.

El diablo nunca no pudo crear nada desde la nada, pero se gozaba del poder de imitar perfectamente lo que Dios había hecho. Tan solo con haberlo visto era suficiente para hacer una semejanza casi exacta de lo que pretendía e incluso se animó a realizar experimentos con lo ya creado por Dios, logrando transformaciones para maldad, monstruosidades y aberraciones.

Los ángeles caídos edificaron la primera ciudad en la Mesopotamia, se llamó Eridú, y en el futuro lejano, sería Irak, y se esparcieron formando colonias en regiones donde alguna vez sería África y Asia.

Con su inmenso conocimiento científico desarrollaron mezclas y transformaciones entre seres vivos.

Ellos en su dimensión eran asexuados pero cuando se materializaron en el planeta, solo lo hacían como varones, usando el modelo de hombre que habían observado en la imagen que Dios les había mostrado al principio sobre los cuerpos humanos que revestirían a los ángeles de llama tenue pero jamás fue permitido por Dios materializarse en género femenino a ningún ángel.

Ellos podían tomar una forma humana, antropomorfismo, pero sus cuerpos originales invisibles no correspondían a ningún género sexual. Solo materializados podían ser masculinos, y con esa limitación al sexo opuesto Dios estaba impidiendo la reproducción angelical maligna. Pues la única posibilidad pervertida de aparearse materializados podía ser con hembras animales, híbridos o, mucho después, con hembras primitivas humanas y hasta con mujeres descendientes de Adán y Eva, con las que les nacerán hijos híbridos y gigantes sin alma inmortal, poseedores de espíritus malditos que después de muertos en la carne atormentarán a los humanos, buscando poseerlos o destruirlos de algún modo.

Los hijos híbridos de esos malvados ángeles, como espíritus malignos o demonios, se convertirán en sus súbitos y servidores satánicos para cumplir órdenes sujetas a Lucifer con el encargo de destruir a la humanidad.

No todos los rebeldes descendieron sobre la tierra, como tampoco todos los ángeles habían caído por lo mismo. Cuando en aquel conflicto decidieron separarse de Dios, no fue en todos por igual motivo.

De a millares de legiones se unificaron en grupos afines; Los del odio, los de la destrucción, los de la envidia, la soberbia, los de la maliciosa astucia, los fuertes dominantes, los homicidas, los mágicos, los sabios de la mentira, los especuladores, los furiosos, los resentidos, los agresivos, los asquerosos, los inmundos, los perversos, los monstruosos, los intelectuales, los inteligentes, los estudiosos de la ciencia del mal, los que oficiaban como ingenieros de transformaciones, usurpando la vida creada y muchos más que se movían en sus lugares de ámbitos oscuros uniéndose a sus iguales en características y en grupos jerárquicos de maldad.

Los malvados ángeles de la ciencia e ingeniería superior que se alejaron de Dios por la soberbia de ser los más sobresalientes, fueron merodeando y haciendo bases experimentales en otros planetas guiados por los grupos de ángeles "vigilantes" o "grigori", según traducciones bíblicas del Génesis capítulo 6. Ellos observaban vigilando los sucesos e intervenían sobre el espacio y por los distintos mundos que se iniciaban como el planeta tierra.

Tanto los ángeles fieles a Dios, como los caídos y rebeldes, administraban iguales facultades, porque a los malos, no le fueron quitados sus poderes, a fin de que los mismos, sirvan para planes futuros del Creador.

Con experimentos y cruces genéticos que, los ángeles rebeldes, fueron haciendo en animales machos y hembras, al fin lograron que un tipo de mono evolucione más erguido que otros, alterando las leyes de la vida natural de ese animal que notaban tan parecido a la figura humana, aquella que Dios, en su gloría, les había mostrado en visión sobre Jesús el hijo de hombre.

Pasaron eras experimentando con diversos primates y otros animales con el propósito de lograr originar humanos antes que Dios y llenar la tierra de ellos con sus aberraciones, a fin de impedirle al Creador usar el continente para la recuperación de ángeles débiles y de aquellos que habiendo dudado en la antigua guerra angelical aún permanecían en el entorno divino.

El mal estaba proyectado a señorear todo lo creado por Dios, y pretendía que esa humanidad híbrida diabólica sin alma inmortal, finalmente les rinda adoración al mismo Lucifer y a sus rebeldes.

Pero por más que lo intentaron en distintas especies de monos de las más distantes regiones de lo que será África, Europa y Asia, no pudieron dar origen a humanos enteramente, sin embargo, lograron en esas criaturas híbridas grandes avances a través del tiempo y quedaron huellas de tales progresos, producto de sus manipulaciones genéticas, evidencias de evolución impulsada y genoma que futuras humanidades llegarán a considerarlas aceptables para adoptar la teoría que el hombre en vez de ser hecho por Dios, como corona de su creación, provino en realidad, de una rama de cierto mono, con el cual tendrán dificultades para especificar su especie, su región y antigüedad porque se les presentarán homínidos de varios territorios, épocas y de distintas características o familias de primates que se contraponen, por lo que tendrán que conformarse con darles diferentes nombres y denominaciones por estar divididos en tiempos y naciones, cosa que los obliga a sumarle unos cuántos millones de años a cada hallazgo prehistórico de simios con grandes diferencias entre sí, con el propósito de justificar tantos rasgos opuestos, por medio de la "evolución".

Tal "creencia", ha demandado mucha fe para poder ser aceptada, porque jamás será probada, pero las influencias malignas de inteligencia superior hará posible que a través de sus muchos futuros científicos, gran parte de la humanidad acepte esa mentira como cierta, aunque les falten eslabones y que encima los consideren "perdidos", por lo tanto, improbables.

La ciencia soberbia y atea perdió siempre sus eslabones con la errada teoría de la evolución de las especies, porque no pudo ser hallado resto alguno de animal a medio tránsito de su evolución, ni nada fue encontrado en la historia que haya continuado tal evolución, tampoco fue modificado el comportamiento de los animales y menos del mono, ya que de unos 150 géneros de primates, jamás han generado nada distinto entre sí; Una mona tití no se ha preñado de un mono verde, ni un gorila hizo nido con una chimpancé, y lo mismo sucedió en todas las especies, las cosas en los animales permanecieron muy claras en cuanto a su descendencia.

La teoría evolutiva no se pudo ver ni demostrar en ningún punto del planeta, pero Lucifer continuó pretendiendo destruir todo pensamiento que ubique a Dios como el creador de los cielos, de la tierra y del hombre. Él llegó a manipular la mayor parte de la ciencia, pero Dios, sin desear quitar todas las causas de la duda humana, conservó suficientes evidencias para quien quiera creer con un corazón sincero y también iluminó la ciencia creacionista que una y otra vez derribó los argumentos de la ciencia atea.

A distintos primates, los rebeldes, pudieron prosperar en alguna semejanza a los humanos que aún no habían llegado.

Los ángeles caídos iban avanzando en esa cruel experimentación, manipulando embriones entre estos animales con genes de ángeles caídos en materia, luego los influían y los iban sometiendo a su voluntad, trabajo y adoración.

Los caídos se consideraban dioses de sus híbridos, a quienes con potestades y poderes amenazantes los mantenían dominados en obediencia absoluta, pero al igual que cualquier especie animal, carecían de alma eterna.

Multitudes de ángeles caídos fueron enseñando a sus híbridos a realizar todas las tareas que estaban a su alcance, utilizando a su vez, primates avanzados por alteración genética, como mano de obra bruta y así levantaban ciudades con dirección e inteligencia.

Mientras esos enormes pueblos se estaban dividiendo en naciones de dominio, Lucifer en su arrogancia, dejó huellas de su paso gobernante terreno para que todos en un futuro sepan que él mantuvo al mundo y a sus criaturas bajo su merced haciendo alarde de su primacía y poder ante lo creado por Dios, pero también planeó dejar un enjambre de pistas sueltas y confusas para que deriven en falsas teorías que él mismo fomentaría como veraces en un futuro, entre otras, aquella de la evolución del hombre a partir del mono, la evolución de las especies y tantas más con las que pretenderá alejar la neta participación del Dios creador.

Para establecer tales posturas evolutivas y otras como la de inteligencias alienígenas interviniendo en la tierra, Lucifer fue preparando a sus híbridos primitivos instalándoles la idea de trazar una biblioteca de dibujos en piedra, que puedan subsistir para ser entendidas sin importar las diferencias de idiomas, porque influenció para que sean hechas en rocas y no en aparatos tecnológicos que próximas humanidades no pudieran acceder o se destruyan junto al almacenamiento de datos por el paso del tiempo, cosa que no iba a ocurrir con las piedras.

De este modo, cantidades de pruebas sobre la presencia de seres inteligentes en la tierra perduraron en el tiempo, así como elementos y artefactos sofisticados de eras y edades que confundieron y desconcertaron a los investigadores, porque no encajan de ningún modo en la teoría de la evolución del hombre.

Las imágenes y mensajes esculpidos en piedra detallaron las actividades de una civilización con grandes capacidades científicas y tecnológicas, aun en épocas de los dinosaurios, quienes son atacados desde objetos voladores. Las piedras detallan intervenciones quirúrgicas, trasplantes, estudios de astros en viaje espacial a otros planetas, mapas de la tierra y otros mundos con vida.

El Satán quiso con esto que, alguna vez, todos sepan que Él fue el primero en proveer el conocimiento, el avance y la prosperidad para que gocen las humanidades futuras.

Los principales ángeles rebeldes de híbridos y mestizaje, formaron criaturas de buenas formas y parecer, como también espantosas y deformes debido al experimento y manipulación genética, algunos como mitad pez y mitad imitación humana y otros humanoides o tipo reptilianos, humanoides/animaloides muy raros como el centauro, el unicornio, la sirena, el minotauro, el Pegaso y otros tantosque pasarán a ser mitos extraídos de las más antiguas culturas.

CAPITULO 4

Lucifer se levantó como dios.

Lucifer, como comandante del ejército de caídos, sentía orgullo y poder por sus millones de millones de ángeles rebeldes que lideraba en un sinfín de abismos que conformaban sus naciones.

Cada multitud de estos seres pertenecía a un ámbito en particular de la maldad y todos ellos conformaban el reino de la oscuridad y de las tinieblas, en obediencia al príncipe de la noche.

El malvado Luzbel se gozaba de haber jugado con la creación y el plan de Dios al boicotear los seres vivos del Creador para su beneficio. Él cambió las leyes naturales del desarrollo y con manipulación genética llegó a producir seres que lo adoraban por haberlos creado. Ciudades enteras sometió a su voluntad. Lucifer no dejaba de jactarse por sus triunfos y de su gran poder e inteligencia.

Lleno de soberbia fue madurando su idea de levantarse otra vez contra el trono de Dios y poder convencer a millares de millones de ángeles fieles a que se agreguen a sus filas, ya que el plan de Dios habría fracasado, él controlaba al mundo y se sentía su dueño.

Interpretando que a Dios se le había ido de las manos su plan, Lucifer, estimó tener suficientes bases y poderíos en la tierra, en el aire y en otros mundos como para obtener plena victoria sobre todo lo existente.

Las huestes de maldad se alistaron en un inmenso ejército de dominación que aumentaba su ego. Enceguecido por el odio y la ambición se propuso recuperar a los ángeles arrepentidos, indecisos, a millares de dudosos y a los que emanaban poca llama espiritual desde aquel principio. A todos ellos pensó convencer por medio de sus logros e inteligencia, sorprenderlos y seducirlos mostrándoles sus obras materiales imponentes y sus naciones inferiores de híbridos, quienes serían gobernados por todo ángel que se una a él, con la promesa de hacerlos príncipes a los que rechacen al Dios que lo había expulsado. Convirtiendo a cada ángel desertor en un nuevo dios adorado por criaturas formadas a su antojo.

Y finalmente decidió subir hacia los cielos a presentar batalla para vencer a ese Dios que se mantenía en silencio, poder desplazarlo y levantar su trono sobre las nubes y las estrellas del firmamento, como el gran y único dios verdadero.

Pero Lucifer y los suyos terminaron derrotados por los ejércitos celestiales a cargo del comandante Arcángel Miguel, su vencedor de siempre.

Luzbel y sus rebeldes fueron humillados y devueltos a la tierra. Se lo vio descender hacia ella como un rayo dirigido al abismo (Lc.10; 18).

"¿Cómo caíste desde el Cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra? En tu corazón decías: 'Subiré hasta el Cielo, y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios... subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo'. Mas ¡ay! as caído en las honduras del abismo." (Is.14, 12-15).

Lucifer había sumado un nuevo fracaso.

Dios actuó severamente y todo lo que a Lucifer lo había enorgullecido en adueñarse y manipular, fue prácticamente borrado de la tierra. Dios trajo sobre el planeta una larga era glaciar y muchas especies fueron extinguidas. El hielo lo había cubierto todo. (Job 38:29-30) "¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró? Las aguas se endurecen a manera de piedra, Y se congela la faz del abismo". "Por el soplo de Dios se da el hielo, y las anchas aguas se congelan".

También el Creador destruía los mundos que habían estado controlados por ángeles rebeldes, planetas que estaban identificados con la arrogancia, la soberbia y el dragón fueron cayendo en los abismos más profundos del espacio, y solo quedaron cinturones de asteroides girando sobre la nada.

A la arrogancia y al orgullo, mencionado como "Rahab" en hebreo, Dios le asesta un golpe que lo destruye como planeta, hiriendo al dragón.

(Is.51; 9) "... Oh brazo de Jehová, despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó a Rahab y el que hirió al dragón?".(Sl.89; 10) "Tu quebraste a Rahab como herido de muerte"

El Todopoderoso destruyó todas las colonias de maldad, sus naciones de mutantes y sus falsas creaciones terrenas.

Los rebeldes cayeron a las profundidades del abismo, los cuerpos híbridos fueron aniquilados y los espíritus que habitaban esas criaturas quedaron como demonios rondando la tierra a lo largo del tiempo en busca de nuevos cuerpos de sangre caliente para poseerlos.

Pero Dios no ató al demonio, porque tenía un plan en el que el maligno sería fundamental y necesario.

Un inmenso grupo satánico ahora había quedado bajo precipicios oscuros, pero los rebeldes y sus incontables legiones estaban subdivididas en innumerables élites de maldad y aunque a lo largo de su historia fueron encarcelados, o confinados a un lugar, solo se trató de las legiones que directamente habían participado en situaciones puntuales que despertó la justicia divina, y a estos los engrilló en diferentes partes oscuras bajo la tierra, o del abismo bajo los mares y hasta en el hoyo profundo. (de Ap.9)

Esas legiones de ángeles caídos quedaron alojados en los fondos de la mar, en lo profundo de la tierra, en las tinieblas de lejanos planetas, en dimensiones desconocidas y en sus propias cavernas u hoyos esperando el juicio de Dios, (2ª Pd. 2:4), (Jd 1:6,7).

Dios restringió a Lucifer junto a sus principales ejércitos y puso límite a sus capacidades demoníacas. Impidiendo lo que el Satán hubiera querido desatar y hacer desde su odio, pero Dios nunca lo dejó aprisionado a él, porque sucumbiría su plan divino a través de las pruebas para la futura humanidad.

Los caídos y sus legiones esperaron un nuevo origen de la tierra. Aguardaban con malicia a que Dios la vuelva a ordenar y poblar. Entendían que no dejaría por siempre al mundo en un glaciar. Sabían que Dios tenía planes allí y estaban prestos a arruinárselos cargados de odio.

Llenos de furia por todo lo que Dios les había destruido en tierra y en otros planetas, se reservaban en sus oscuras dimensiones, listos para actuar, mientras los rebeldes llamados vigilantes del mal, permanecían atentos en sus carros de fuego y dentro de sus órbitas.

En tanto casi toda la tierra era una bola de nieve, la glaciación alcanzaba gran parte del globo, las capas de hielo en algunas regiones eran de kilómetros de espesor.

Hasta que la acción de los volcanes, empezó a hacer un efecto invernadero y una parte del mar se fue descongelando.

La tierra desordenada y vacía

"Miré a la tierra, y he aquí que estaba sin orden y vacía, y los cielos no tenían luz. Miré a los montes y he aquí que temblaban, y todas las colinas se estremecían. Miré, y he aquí que no había hombre alguno, y todas las aves del cielo habían huido. Miré y he aquí que la tierra fértil era un desierto y todas sus ciudades estaban arrasadas delante del Señor, delante del ardor de su ira... pero dijo Jehová; todo la tierra será asolada pero no la destruiré del todo." (Jeremías 4; 23-29)

La última era de hielo estaba pasando y la tierra creada por Dios, ahora estaba a oscuras, en tinieblas, vacía y desordenada.

Dios no la había hecho de ese modo al principio; "El Dios que formó la tierra, ÉL la estableció y no la hizo un lugar desolado".... "y no la creo caótica...". "y no la creo vacía..." (Ver versiones de Isaías 45; 18).

Dios todo lo había creado perfecto. (Gn.1;10) y nada había hecho en tinieblas y desordenado, por el contrario, la tierra para sus propósitos era al comienzo habitable y hermosa.

"Al principio Dios creó los cielos y la tierra..., (Gn.1;1) pero después de mucho tiempo la tierra habitable se llenó de hielo, se descongeló, se desparramaron las aguas y entró en caos. "Y, la tierra estaba desordenada y vacía, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas y las tinieblas del abismo..." (Gn 1; 2).

La Biblia no tendría que haber mencionado el agua si recién se estaban formando los cielos y la tierra, excepto que el agua ya existiera, y a los cielos y a la tierra los estuviese restaurando, dando un nuevo origen, otro comienzo y eso era exactamente lo que estaba sucediendo.

Desorden, vaciamiento, tinieblas, abismo. Todo en el segundo versículo del génesis concuerda con que alguna cosa relacionada con el mal había sucedido en la tierra.

Y verdaderamente había ocurrido que las grandes obras y naciones de Lucifer quedaron sepultadas con las inmensas inundaciones del deshielo y los espíritus fueron aprisionados en sus propias tinieblas en el abismo que se encuentra debajo de las aguas, por haber despertado la ira de Dios, y el humillado Leviatán junto con los suyos había sido enviado al fondo de los mares, a la oscuridad de los abismos, hacia la sequedad del centro de la tierra, donde el fuego de los volcanes tienen su origen y de donde gran parte saldrán sembrando la maldad y otros muchos serán soltados como una mutilación humana en el futuro (Ap.9).

Lucifer llegaba en su caída hasta los abismos, sobre donde yacían los misterios subterráneos de las eras pasadas, con ángeles caídos, el infierno y esos entes que despegaban desde las profundidades materializados en carros de fuego, que con inexplicables movimientos y velocidades, eran observados como una energía visible e incomprensible para cualquier razón.

Existió un periodo muy largo entre el versículo 1 y el 2 del Génesis;

Dice el versículo 1; "Al principio creo Dios los cielos y la tierra..." versículo 2; "Y"... "la tierra estaba desordenada y vacía....". Esa "Y"no implicaba la continuidad del relato, sino una separación en el tiempo. Un periodo, un intervalo.

La teoría de la brecha;

Cuando en (Gen. 4; 2); "Nació Abel...Y... Abel fue pastor de ovejas", no se interpretó que haya nacido con un cayado bajo su brazo, sino que esa; "Y", separó una etapa, un periodo. Asimismo sucedió entre los dos primeros versículos de la Biblia, hubo un intervalo entre ellos, en los que Lucifer se enseñoreó de la tierra, se enalteció su corazón y quiso subir al cielo a despojar al creador, pero Dios al destruir toda su obra de maldad en la tierra, esta quedó; "desordenada y vacía, llena de agua y en tinieblas".

Dios ahora restituiría la tierra y su espíritu comenzó a moverse por las aguas del deshielo y separó las aguas para que aparezca "la seca" (Gn.1; 9). Una sola tierra seca emergía a causa de la separación de las aguas, los continentes estaban unidos y se formaban los océanos a su alrededor.

Por eso el segundo versículo del Génesis afirmaba que la tierra estaba llena de agua y también en tinieblas, porque Dios le había quitado hasta la luz que recibía del sol.

Varias veces el Señor escondería la luz como en las plagas contra Egipto, donde también los dejó en tinieblas. Dios ha impedido que la luz del sol penetre en la tierra o en algún sitio de ella, así como cuando Jesús estuvo en la cruz "Y hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena" (Mateo 27; 45). Lo mismo había hecho esta vez, por eso la tierra desordenada y vacía estaba cubierta en tinieblas, pero el sol no había dejado de existir.

Y Dios dijo; "sea la luz" (Gn.1; 3) y se inició la restauración de la tierra con un nuevo origen, un nuevo principio de los cielos y la tierra. Y Dios comenzó en ese momento a apartar la oscuridad y las tinieblas, las que no permitían ver la luz del sol, "Y separó Dios la luz de las tinieblas" (Gn.1; 4). Y se observó "el día y la noche, la tarde y la mañana" (Gn.1; 5, 8,13).

Se empezó a ver la luz pero no el sol. Recién el cuarto día Dios lo hizo aparecer y fijó las dos grandes lumbreras, la mayor, el sol, para el dominio del día y la menor, la luna, para el dominio de la noche (Gn.1; 16) para señalar las estaciones, los días y los años (Gn.1; 14).

El sol ciertamente ya existía, al igual que la luna, desde antes de ese desorden y desde antes de la tierra misma. Aunque lo haya hecho aparecer al cuarto día, su luz ya había llegado previamente. Por eso al tercer día, un día antes que aparezca el sol "dijo Dios produzca la tierra hierba verde que den semilla y también los árboles que den su fruto", (Gn.1; 11) esta recreación del reino vegetal no hubiese podido prosperar sin luz solar, pero fue posible porque antes había separado la luz de las tinieblas.

El sol y la luna habían alumbrado desde el primer origen de la tierra. "Estos son los orígenes de los cielos y la tierra cuando fueron creados" (Gn.2, 4). "Los orígenes" en plural, hacen referencia a más de un origen, a la repetición desde algún punto del inicio.

"¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y no hay nada nuevo bajo el sol." (Ec.1:9). Dios restauró la tierra bajo el mismo sol, porque la tierra de entonces había quedado desordenada y en caos.

"Por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado con agua, pero los cielos y la tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego" (2°Pd. 3; 6-7).

"El mundo de entonces" tenía agua. Por eso el agua no se menciona en la Biblia como creada junto con la restauración de la tierra, sino por el contrario, la Biblia estaba dando a entender claramente que el agua ya estaba, "y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Gn.1; 2). Las aguas ya estaban porque las había creado antes, junto con todas las cosas, hacía mucho tiempo, allá por el primer origen citado en el primer versículo de la Biblia.

Luego de un gran periodo, llega el momento del segundo versículo de la Biblia, detallando el caos en que se encontraba la tierra y Dios que comenzaba a reorganizar ese desorden, pues estaba como una bola de agua cubierta con capas de agua o hielo; Y separó Dios las aguas de arriba con las de abajo y dijo; "Haya expansión en medio de las aguas y separe las aguas de las aguas..." (Gn.1; 6,7). Y no necesitaba lluvia porque la capa de agua de arriba causó un efecto invernadero y un vapor de agua regaba la tierra (Gn. 2; 6)

Y ordenó que se junten en un lugar las aguas que estaban debajo de los cielos y que aparezca lo seco. "Y llamo Dios a lo seco, tierra" (en singular) por eso, todo lo seco, conformaba un supercontinente, "y al conjunto de las aguas llamo mares" (en plural)entonces el mar del sur, del norte, del este y del oeste, rodearon la única tierra toda en su conjunto (Gn.1; 9,10).

Y volvió a restaurar muchas especies de los animales que habían desaparecido (Gn.1; 25).

El Creador, a los caídos, no les quitó el poder otorgado como ángeles al principio y ellos habiéndose desarrollado como grandes sabios en todas las materias les fue muy tentador invadir la tierra y sus seres vivientes para injerir de nuevo en ella, con ambiciones de reinar y erguirse como superiores nuevamente.

Querían demostrar que eran capaces de hacer lo que se les antojaba con lo que Dios creaba. Que sus poderes eran tan grandes que no podrían ser detenidos. Y manteniendo esa conducta de provocación constante a Dios, planearon apropiarse de todo lo creado, para transformar las bondades en aberraciones.

Los ángeles malditos estaban aguardando con ansiedad el arribo del primer espíritu divino enviado como hombre a la tierra, para atacarlo. Sabían que ellos ya no serían los únicos dominantes del planeta en este nuevo origen, como se les permitió serlo al principio "Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero" (Heb.2:5).

Dios había restituido la tierra para los hombres nuevos. Lo que el diablo no sabía, era que los primeros seres humanos no irían a ser la primera pareja puesta a prueba su obediencia, ni poseedores de almas eternas.

El interés principal de Lucifer consistía en sabotear el genoma humano para impedir la llegada del Cristo, de Dios hecho hombre. Ya lo habían experimentado en el primer origen de la tierra, antes de la ira de Dios, los ángeles del mal con los simios habiendo obtenido algunos logros de los que quedarían evidencias en diversos territorios.

Pero esta vez querían extender sus experimentos malvados con los humanos que Dios crearía y en ello tenían puestas todas sus expectativas. Si podían hacer mezclas de engendros con ellos, no nacería de tal simiente híbrida el Mesías.

Más tarde, recién comprendieron que la primera pareja creada, estaba muy lejos de ser las almas que ellos buscaban contaminar, ya que Adán y Eva llegarían muchísimo después.

CAPITULO 5

Los primeros seres humanos no fueron Adán y Eva.

Dice la palabra de Dios: "Hagamos a los del género humano, según a nuestra semejanza, que ejerzan dominio sobre la tierra y señoreen en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. (Gn.1:26,27 Biblia Aramea)

La semejanza de estos seres humanos con el Padre y el Hijo se trataba claramente en señorear como superiores al resto de lo ya creado, porque a todos los animales los había hecho antes que a ellos (Gn.1; 26), contrariamente a cuando más adelante crea el paraíso, porque cuando ese tiempo del Edén llegue, primero hará a Adán y recién después creará los animales del paraíso y por último a Eva. (Gn.2; 18,19)

Dios estaba creando seres de la especie humana clasificada en el reino animal como mamíferos poseyendo todas las características de esta clase de primates, que tenían un cerebro mucho más desarrollado que el resto de los animales a semejanza de los que habían existido en eras pasadas trastocados por ángeles caídos...

Era un hombre y una mujer rudimentarios, cavernícolas, pero con un alto poder de adaptación y aprendizaje, mayor a cualquier ser terrenal que haya existido hasta entonces.

Estos humanos prehistóricos no tardaron en controlar a las demás criaturas, ellos no poseían un alma inmortal, pero fueron hechos como seres superiores del reino animal, aun sin que haya en ellos una preexistencia anterior.

Ellos dominaron y repoblaron la tierra. Porque "varón y hembra los hizo", (Gn.1; 27) pero no se sabría cómo los hizo, porque no los modeló con su mano. Al que modeló Dios con sus manos fue a Adán y lo hizo mucho después, y Adán era un hombre sin mujer y lejos estaba de parecerse a un cavernícola.

Pero a la primera pareja rudimentaria, "varón y hembra los creo", los creó a los dos simultáneamente y no a un hombre solitario primero como luego hizo a Adán.

Entonces esas regiones se llenaron de personas, porque tenían la orden de Dios de procrearse. No fueron Adán y Eva, porque Dios estaba creando hombres y mujeres sexuados con indicación de reproducirse y repoblar la tierra (Gn.1; 28). Para ellos no hubo Huerto, no hubo árbol del bien y del mal, no hubo fruto prohibido, ni restricciones. Tenían una misión; la de llenar la tierra, sojuzgarla y labrarla sin límites. Y todo era bueno (Gn.1; 31)

El primer hombre que como corona de su creación formaría Dios con sus manos y con un mandamiento a cumplir fue más adelante Adán y mucho después llegó su compañera Eva; Ellos eran preexistentes, es decir que sus espíritus ya existían desde antes, pero no fueron los primeros seres humanos.

Los que fueron hechos sin poner a prueba su obediencia y con el simple propósito de llenar la tierra, multiplicarse y enseñorearse de ella fueron los primitivos humanos, cuyos descendientes se dispersaron y unos habitaron en la tierra de Ur, Uruk que fue la Erec bíblica, (Gn.10) una ciudad de Sumeria. Estos pueblos nacieron mucho antes que el comienzo del huerto de Edén, que también luego estuvo en esa misma región mesopotámica, pero esas poblaciones continuaron también después de Adán y Eva en el paraíso, incluso pasado el diluvio se reconstruyeron en gran parte.

Mientras los vigilantes del mal estaban observando a estos seres recién creados desde sus carros de fuego, otros ángeles caídos, creyendo que eran estos los humanos que significaban para Dios las coronas de su creación, se aprestaron a realizar sus maléficos planes, y como los hombres empezaron a multiplicarse porque eran parejas sexuadas, los rebeldes ángeles supusieron que por sus simientes vendría un día el Cristo, por lo que se decidieron abordarlos cuanto antes para contaminar la descendencia de estos humanos que se expandían y hacerlos sus adoradores.

Inteligentemente y para no ser rechazados, los ángeles caídos, no se acercaron a ellos con conductas agresivas o maléficas, sino mediante un astuto plan, se propusieron en apariencia ayudarlos, pero de fondo, lo que buscaban, era realizar experimentos genéticos secretos con ellos, con el semen masculino de ángeles y el óvalo femenino de mujer primitiva, a fin de que nazcan de esa mezcla criaturas híbridas con mayor evolución y desarrollo mental a través de la manipulación genética para que sean líderes de pueblos inferiores y les enseñen a adorar a los ángeles caídos como dioses.

Antiguos escritos sumerios describieron estos hechos, y de libros bíblicos como el de Enoc, Jaser, Jubileos y el Testimonio de los 12 Patriarcas, se desprenden que los caídos con insolencia y provocación, no solo habían hecho tomar muestras del ADN humanoide, haciendo mestizaje con ellos, sino también de animales, produciendo bestias como semidioses que conservarán algunas culturas arcaicas y proseguían desafiantes en pos de esclavizar a todos.

Los ángeles rebeldes ambicionaban ser sobrevaluados como poderosos dioses y desarrollaban en materia todo lo que su poder inventivo e imaginación superior les otorgaba alcanzar, con el fin y cometido satánico de destruir u obstaculizar el plan divino. Se disfrazaron de ángeles de luz, (2°Cor.11:3) y se mostraron como grandes maestros dispuestos a brindar sabiduría. Estrategia que el diablo, a menudo supo utilizar con algún éxito.

Con el correr de los siglos los satánicos continuaron haciendo del hombre primitivo su esclavo, edificando ciudades para explotarlos en todo tipo de tarea física a través de sus híbridos y mutantes.

Los ángeles caídos y los líderes híbridos fueron enseñando a los seres primitivos a cultivar campos, a recitar poesías, a danzar y cantar para ellos.

Dominaron la telepatía y tipos de comunicación propios de su dimensión, pero utilizaron para la mutua comprensión, el mismo lenguaje con que Dios les había dado las misiones a la primera pareja de varón y hembra.

Algunos híbridos, nacidos de experimentos genéticos hechos por ángeles caídos y ovulados en cuerpos femeninos primitivos, fueron constituidos sacerdotes y de ese modo ejercieron un mayor dominio y ayudados por su poderoso control psíquico, hicieron edificar templos para que se los venere.

Y de ellos se fueron desprendiendo culturas y pueblos dando paso a las primeras civilizaciones que después del diluvio se establecerían con los nombres de Sumer, Egipto, Babilonia antigua, los persas, los fenicios, asirios y otros.

Pero la civilización Sumeria sería considerada y aceptada por la arqueología moderna como la primera y más antigua, aunque nadie sabrá a ciencia cierta su procedencia, solo hipótesis, hasta que algún día puedan ser aceptados los escritos de las milenarias tablillas encontradas en Sumeria que declaran, la intervención de seres superiores que hicieron posible la aparición de esos pueblos, como también la desaparición instantánea de pueblos enteros, cuando se lo propusieron.

Pasaron los albores de la creación, los tiempos pre adámicos, los pre diluvianos, y en cada nuevo periodo hubo nuevos rebeldes angélicos que se agregaban al engañador por el solo hecho de alcanzar, separados de la divinidad, mayor libertad e independencia para aplicar sus poderes sin límites ni permisos.

Millares de ángeles caídos no se destacaron por sus aberraciones u odios, sino por la arrogancia de sentirse con características superiores, como poderosos intelectuales, capaces de una avanzada ciencia.

Con esas llamativas personalidades fueron recibidos en las primeras civilizaciones. Realmente venían como si fueran dioses caídos desde el cielo, descendidos para ayudarles en conocimientos y labores que sorprendían a los nativos, y de esas enseñanzas y acciones fueron quedando evidencias como elementos, objetos y misterios que de ninguna manera podrían haber hecho por sí mismos esos cavernícolas rudimentarios desde edades prehistóricas, si no fuera por estos seres híper avanzados que no pertenecían al planeta tierra, ni podrán ser descubiertos en otros.

Estos descendidos rebeldes eran solo una parte de los caídos, porque los demás, de a grupos de millones se nucleaban entre afines, según el grado, clase y tipo de maldad o las motivaciones que los llevaron a marcharse de al lado de Dios. A la vez se armaron subgrupos que se desprendieron de otros, y continúan en escalas de grupos menores afines y así consecutivamente hasta formar legiones de unos 6000 caídos, (principados) y cada ángel caído comandaría una legión de demonios. (Mr.5;9).

Claro que los ángeles fieles a Dios también se formaban en legiones (Mt.26;53) estos se agrupaban en dones y virtudes divinas, para realizar sus misiones y encargos.

Dios preparó un sitio especial en la tierra para el arribo de la primer criatura con alma y preexistente, Adán. Un sitio cubierto donde sería el escenario de la obra a prueba del hombre preexistente, el lugar estaba frente al árbol de la vida y al árbol de la ciencia del bien y del mal.

Dios eligió ese predio entre los cuatro brazos que se abrían de un río cercano al golfo pérsico y de lo que sería más adelante una región de Sumeria. Lo preparó y le llamó el Edén, el bello jardín.

Pero dentro del Edén hizo un paraíso, palabra que del latín se tradujo como "cercado". Un lugar específico, cerrado y único. Muy distinto a lo que le había designado a la primer pareja de primitivos para que se enseñoree en toda la tierra.

Dios no necesitó encontrar materias o elementos sólidos existentes para hacer al universo ni al hombre, pero en su soberanía pudo hacer y deshacer, mejorar, modificar, cambiar, transformar, restituir y aparecer lo que quiera, piense o sienta crear, según su voluntad.

A Dios le bastó decir, para crear, para traer a la existencia lo que quiso y solo en su deseo todo estuvo hecho. De Dios surgió todo. De la nada todo lo hizo. Y muchas son las cosas, que cuando a Él le plació, las hizo desprendidas de otras, ya sea en instantes o con siglos de proceso según le pareció bueno. Él es soberano y es el verbo desde el principio (Jn.1; 1).

Dios no tenía planeado hacer a un Adán peludo y rudimentario. Sino un ser altamente inteligente, grande, fuerte y perfecto. Dios lo formó con sus manos en barro.(Gn.3:19). La ciencia habría de descubrir al final de los tiempos que el cuerpo humano se componía de 28 elementos, y todos encontrados precisamente en la tierra de donde la palabra de Dios dice que fue formado.

Luego de haber modelado a ese cuerpo de polvo, Dios le dio en su nariz soplo de vida, e ingresó en ese aliento, un espíritu desde la eternidad que ya existía en la gloria de Dios, y como resultado del enlace de ese espíritu pre existente y el cuerpo; fue el hombre un alma viviente, (Gn.2;7) porque ese aire en su nariz provenía de lo eterno, de lo que ya existía como ser espiritual, vinculado al mundo angélico. Había sido un ser espiritual creado inmortal, una llama de luz que no llegó a apagarse por débil que haya estado, un ser que no se había rebelado en aquella gran batalla angelical, pero sin embargo, había sido salpicado con impurezas por causa de ella.

Esa vida pre existente, es algo que no tenía la primer pareja de "varón y hembra", a esos primitivos Dios "los bendijo" (Gn.1;28) al igual que a los animales, pero carecían del soplo de vida, del alma inmortal, de la pre existencia.

Ahora había formado solo un hombre y no lo bendijo, sino, que le dio de su espíritu, aliento de vida, se llamó Adán y fue el primer hombre con alma viviente. (1°Cor.15;45)

El espíritu de esa vida pre existente, había sido una llama angelical en los principios y como todo ángel, asexual. Pero al fusionarse en la materia orgánica humana se produce un género, porque el cuerpo físico creado por Dios funciona con órganos genitales de varón o hembra, en este caso fue Adán, porque así lo hizo al formarlo en barro, relacionándolo con otro varón que vendría, el segundo Adán, el vencedor Jesucristo, hecho también hombre,(1°Cor.15;22) como lo había mostrado a los ángeles cuando solo ellos existían.

Lo mismo pasó con los ángeles, tanto los santos fieles como los rebeldes malvados fueron asexuados hasta que se materializaron en un cuerpo, pero no tuvieron una pareja del sexo opuesto como la tuvo más adelante Adán.

Dios permitió que solo puedan corporizarse como masculinos para impedir entre los malvados su reproducción.

Dios hizo un huerto (Gn.2;8) y en un paraíso cercado puso ahí al hombre que había formado.

Muy distinto había sido para la primera pareja de humanos pre adámicos, que les había puesto en la tierra, donde ya había creado antes la naturaleza animal y vegetal. (Gn.1;11,12), (Gn.1;20 al 25)

Pero a este Adán hombre, lo colocó en el huerto y recién después creó árboles y animales para ese huerto y paraíso (Gn.2; 9), (Gn.2; 19).

Dios quiso que Adán trabaje y cuide ese lugar, Él le otorgaba todo aquello que necesitase para tener gozo, placer y armonía, de modo que nada le falte.

Le dio la tarea de guardar el huerto y labrarlo (Gn.2;5-7). Distinto fue el oficio dado a la primer pareja primitiva, el de señorear toda la tierra (Gn.1;28).

A la pareja primitiva Dios le había permitido comer de todo lo que hay en la tierra, como a los animales. (Gn.1;29) Pero Adán no debía comer de un árbol. (fue un mandamiento); porque con él, tenía un propósito. (Gn.2;16,17) Si comía perdía la comunión espiritual, el propósito era que no pecara en la desobediencia.

Cuando después de mucho tiempo, Dios vio que Adán se sentía solo, le dio la tarea de ponerle nombre a todo animal y ave del huerto, (Gn.2;19) pero aun después de ello se dio cuenta que le faltaba una compañía.(Gn.2:20)

"Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haré ayuda idónea para él". (Gn.2;18)

Para entonces, Adán hacía mucho tiempo que estaba solo en el huerto, sin compañía de otro ser humano, contrariamente a la creación primera del varón y hembra que Dios, en otra época anterior, hizo juntos y en simultáneo.

Para traerle una compañera a Adán, "Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adán, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre"(Génesis 2:21 y 22)

La ciencia futura podría al fin explicar por qué Dios escogió hacer a Eva utilizando una de las costillas de Adán.

Los investigadores habrán de descubrir que los seres humanos son capaces de regenerar costillas en cuestión de meses, es el único hueso del cuerpo que puede regenerarse por sí mismo.

Dios no había sacado de Adán un hueso seco y viejo, porque él no estaba muerto, por eso antes "lo durmió" a modo de anestesiarlo, para luego utilizar una técnica de clonación adulta, una operación para extraer un hueso de costilla con todo tipo de células vivas. También este episodio llevó un largo periodo de tiempo, pero finalmente, Eva fue la clonación adulta de Adán.

Este hecho no significó que la mujer carezca de alma o espíritu, porque además de ser hecha con las células vivas de Adán, en el instante que latió su corazón, otro ser espiritual preexistente ingresaba allí.

Cuando Dios llevó ante Adán a su ayuda idónea, el hombre dijo; "Esto es ahora huesos de mis huesos y carne de mi carne" (Gn.2;23). Ahora ya no estaba más solo, sino con alguien que formaba parte de él, por eso el Eterno no la había hecho a ella del polvo o barro, ni al mismo tiempo que Adán, porque no hubiese sido parte de él mismo.

Nació de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, si no, del costado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y junto al corazón para ser amada.

CAPITULO 6

La tentación y el pecado

Lucifer fue sigilosamente penetrando hasta introducirse dentro del Edén. Dios tenía el control de sus acciones y se lo permitió.

El Creador le había dado a Adán un mandamiento y entonces también había de haber una tentación, para que el ser escoja y decida. Estos dos primeros seres tuvieron facultad de elección y de ello dependería el futuro plan de Dios.

Pero el astuto Diablo no hizo su ataque embistiendo de frente, para no empujar a la pareja a los brazos de su protector; ni tentó al hombre y a la mujer mientras que estaban juntos, porque podrían fortalecerse el uno al otro para resistir sus incitaciones malvadas, y si fracasaba una vez, de haber un segundo intento le podría ser imposible seducirlos.

En un momento favorable, estando Satán de visita en el paraíso, hizo posesión de una serpiente, que solamente después de la maldición es que fue degradada y echada sobre su pecho (Gn.3:14), porque anteriormente la serpiente andaba erguida y era la más inteligente y hermosa de los animales del campo (Gn.3:1).

El mal frecuentemente se presentaba con alguna fascinación misteriosa, y Eva, tuvo curiosidad, en lugar de mantenerse alejada del árbol prohibido, se fue ausentando de Adán, y, mirando el árbol, se encontró pensativa sobre la extrañeza de la prohibición de Dios. Fue mientras que ella meditaba en esta curiosidad cuando la serpiente apareció en la escena y trabó conversación con ella.

El plan era; confundir a Eva y hacer que ella quebrantara el mandato de Dios al participar de la fruta prohibida.

Eva cometió el error de acercarse al árbol y el segundo error fue ponerse a hablar con una serpiente que, ella sabía muy bien que no tenía la facultad de comunicarse en palabras.

Eva la estaba oyendo en el lenguaje que mantenían con Adán y Dios, era su único idioma conocido, pero ahora provenía del interior de la serpiente. No podía ser del propio reptil ya que carecía de cuerdas vocales. Definitivamente el Diablo hizo oírse como si la serpiente hablará.

En lugar de buscar la protección y la fuerza de su pareja, ella escuchó las palabras sutiles del engañador.

Seducida por su enemigo insospechado, ella sucumbió a su tentación. Eva tomó de la fruta y posteriormente persuadió a Adán a que compartiera su acto de desobediencia.

Adán no fue engañado. Él sabía cuál era el castigo (1°Tim.2:14). Pero en un momento de pánico, antes que perder a la hermosa criatura que Dios le había dado, neciamente decidió compartir su suerte.

Así entró el pecado en el mundo, iniciado en el paraíso, a través de esos dos seres especiales que Dios conocía desde antes que el mundo fuese.(Ef.1;4) como conocía también a los que en futuras generaciones enviaría a nacer, al tratarse de aquellas inmensas multitudes de seres angélicos que habían perdido su luz y esplendor, sumando al otro gigante grupo de ángeles afectado y contaminado por la primera guerra de los cielos, todos ellos, al igual que Adán y Eva, no recordarían su pasado angelical al nacer como humanos en el mundo terreno.

Satán sentía haber ganado una partida importante, quizás decisiva. Había seducido a los primeros padres de cuerpo, alma y espíritu; por tanto, toda la raza humana sería una raza caída. "Así que, como por la transgresión de uno solo vino la condenación a todos los hombres" (Ro.5;18).-

La tesis del diablo, de que el hombre no estaría firme bajo la tentación, recibió una fuerte confirmación. Además, el dominio que sobre la tierra había recibido Adán, en consecuencia de su obediencia a Satán, fue traspasado al diablo (Lucas 4:5-6) y Satanás recibía el derecho legal de ser el príncipe de este mundo. (Jn.16;11)

La muerte y el pecado ya había entrado en ellos y los separaba de la comunión con Dios, por eso fueron expulsados del paraíso. (Ro.3;23).-

Si bien vivieron cientos de años más, la muerte espiritual ocurrió en el mismo segundo que desobedecieron y aunque la muerte física pareció no adecuarse a las advertencias de Dios cuando dijo "...porque el día que comieres morirás" (Génesis 2;17), en verdad, ninguno de los dos llegó a vivir mil años, y para Dios "mil años es como un día" (2°Pd.3;8), por lo tanto, antes de cumplirse el día, murieron también físicamente por causa del pecado.

Si Adán y Eva no hubieran caído en desobediencia, todos los ángeles de llama tenue y los otros salpicados por aquella rebelión irían a ser felices para siempre con ese cuerpo y en el mundo nuevo. El reinado sobre ellos de Jesucristo daría garantía de gloria a todas esas generaciones eternas. La vida de todos los que irían a habitar tal paraíso estaría tan lejana al entendimiento humano como lo sería tratar de relatar la vida en los cielos junto al redentor. Los pensamientos del creador fueron inescrutables y no se supo de qué modo Él hubiese bendecido todo lo creado sin la existencia del pecado, aunque se puede comprender que el propósito de una tierra sin pecado y sus habitantes en gozo y alabanza teniendo como Rey a Jesucristo hubiera sido el lugar perfecto que Dios preparaba para aquellos ángeles que necesitaban evolucionar y de los otros, saliendo de todo contaminación por causa de la rebelión pasada.

Porque el pecado, el mal y toda su iniquidad no salieron de la mente de Dios, ni lo preconoció, ni lo predestinó, ni lo predeterminó, aunque en su omnisciencia y poder, lo hubiese podido hacer, si así lo deseaba, pero el ejercicio de su fuerza siempre estuvo controlado por su propósito, adecuado a sus planes y por su misericordia. 

La omnipotencia de Dios es innegablemente perfecta e infinita. 1Cr.29:11, pero su presciencia selectiva hace que Dios pueda optar por no preconocer indistintamente todos los actos futuros de sus criaturas. Porque si Dios hubiera preconocido que la primera pareja humana iba a pecar, la prueba en el jardín de Edén hubieran carecido de sentido y de propósito.

Ofrecer algo muy deseable a otra persona sabiendo de antemano que no podrá cumplir las condiciones para obtenerlo hubiese sido un acto hipócrita y cruel.

Él ejerce su presciencia de manera selectiva o a voluntad, de modo que solo prevea o preconozca lo que opte por prever o preconocer.

Lo cierto es que ahora Adán y Eva habían pecado y con esa tendencia heredada nacerían todos sus descendientes en la tierra, toda una humanidad que no llegaría por suerte de la fertilidad, creación repentina, ni por invento espontaneo salido de la nada, las gentes no se multiplicarían sin razón de ser, tan solo para llenar la tierra al azar con números infinitos, sin causa ni motivo más que desparramar vidas por el mundo, sino que vendría una humanidad conocida por Dios desde antes, cuando eran solo seres espirituales de su entorno.(Job;38) (Ef,1;3,5) (Gál,1;11,12) (Ro.9;11) (Ef.2;8,10).

Justamente por ellos fue que planeó todas las cosas visibles, lo hizo por amor a esos seres que había creado y quedaron apenas encendidos y también por los otros que se mantuvieron indecisos ante el conflicto en los cielos con Lucifer, dudaron a quien seguir, estuvieron confundidos, desorientados y sobre todo salpicados por el mal que dañó su pureza en aquella guerra.

En estos dos grupos de ángeles afectados sus formas ya no resplandecieron como cuando fueron creados, unos habían casi perdido todo su brillo a causa de la tibieza y bajo nivel de fuego santo y otros dejaron su esplendor para pasar a ser simples llamas de espíritus desorientados que confundidos por el conflicto primario fueron inestables en sus decisiones y llenos de dudas se quedaron. Dios no quiso que ni unos ni otros permanezcan para siempre en esos estados de llamitas de luz latiendo en las lejanas orillas del gran trono blanco.

Dios tuvo gran misericordia de ellos y un plan maravilloso para restaurar al primer grupo de llama tenue y otro plan de justicia divina al segundo grupo que había tambaleado en su libre albedrío en la batalla de los cielos.

Haber creado a Adán y Eva con libre albedrío fue suficiente para que toda su descendencia quede destituida de la gloria de Dios (Ro.3;23), No habrá justo ni uno solo, (Ro.3;10) Ni quien busque a Dios (Ro.3;11) todos quedaron muertos en el pecado (Ro.cap.6).- y la tierra fue maldecida (Gn.3;17) pasando a ser el mismísimo paraíso del Edén el punto más candente de donde proviene todo mal al orbe completo.

Desde entonces Dios en su amor tiene un plan de gracia como de justicia divina para cada ser que envíe a este mundo.

Una manada pequeña escoge desde antes (2Ts. 2;13) por designios de su voluntad conformada por judíos y gentiles (hechos 13;48) con el propósito de pertenecer a Cristo en su segunda venida (Ap.20;6).-

Estos son llamados (Ro. 8;28-30) a disfrutar un paraíso al final de los tiempos reinando con Cristo por mil años (Ap.20;7).-

Mientras que en el grupo de las multitudes afectada del conflicto con el diablo obrará la más grandiosa justicia divina.

Para ellos el libre albedrío será el encanto de vivir expuestos a decidirse voluntariamente al bien o al mal, a escoger creencias, religiones, criterios y conductas, formas de vida u obrar desde sus propios intelectos y pensamientos.

Estos son los que dudaron en sus decisiones o quedaron confusos y dubitativos del lado de Dios. Ellos están reservados para ser presentados en el trono blanco donde sus libros serán abiertos y será juzgado cada uno según su obra en un juicio de amor. (Ap.20:12).-

Muchos irán a condenación y otros darán glorias ingresando a la gran ciudad de Dios.

Caín

Después de expulsar a Adán y a Eva del Edén, Dios ordenó desde ese momento que Adán debía ganar el pan con sacrificio y sudor, que Eva pariría sus hijos con el mayor dolor; que la tierra sería maldita y que la serpiente se arrastraría de por vida, (Gn.3;14-24) No obstante prometió; Que de la simiente de la mujer nacería quien le pise la cabeza a la serpiente, poniendo enemistad entre ellas.(Gn.3;15)

Adán y Eva tuvieron que vivir desde entonces sufriendo las consecuencias como Dios lo había predicho. Y tuvieron a sus dos primeros hijos; Caín y Abel.(Gn.4;1)

Como el diablo observó que Abel tenía una posición de corazón hacia el creador más agradable que Caín, pensó que Abel podía ser el canal de la simiente de la mujer que le aplastaría su cabeza por lo que indujo a matar a su hermano Abel y de ese modo no correría riesgos de su simiente.

Un espíritu homicida (Jn. 8; 44) Homicida desde el principio) tomó al mayor de los hijos de Adán y Eva y mató por envidia y odio a su hermano Abel, pero agravó aún más su pecado con sus palabras de soberbia hacia Dios diciendo; "¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?" (Génesis 4;9), mostrando con ellola intención de esconder su muerte y su falta de arrepentimiento.

"Y salió Caín de la presencia del Señor, y se estableció en la tierra de Nod, al oriente del Edén". (Gn.4:16)

Nod, significa; "Vagante, errante". Y la misma palabra estaba relacionada con un verbo que quería decir: moverse de aquí para allá, dudar.

Por otro lado, lo que se tradujo como; "se estableció", en palabra hebrea, implicaba que se establecía continuamente. Trataba de establecerse Caín en algún lugar, pero no podía... Su trabajo no daba fruto, sus obras no producían, y por ello debía ir a otro lado a probar algo nuevo.

Desterrado se dirigió a esas tierras donde eran habitadas por los Noditas, descendientes de la primera pareja rudimentaria que se fructificó y multiplicó estableciéndose sin rumbo fijo. De los cuales muchos habían sido tomados como experimentos o influenciados por rebeldes ángeles caídos que se mostraron y convivieron como dioses entre ellos.

Allí Caín conoció a su mujer. Cuando nació su primer hijo lo llamó Enoc y fundó una ciudad en nombre de su hijo. Pero también en este versículo, el verbo en hebreo implica que "está en constante construcción", y nunca termina. (Gn.4:17)

Caín no se quedó en un solo lugar, sino estuvo vagando de sitio en sitio, sin establecerse. Esta fue parte de la maldición que vino como consecuencia de su pecado.

"Cuando cultives el suelo, no te dará más su vigor; vagabundo y errante serás en la tierra". (Gn.4:12)

En contraste, el linaje de Set, hijo posterior de Adán y Eva que sustituyó a Abel, (Gn.4;25) no buscó la exaltación del hombre como Caín pretendiendo hacer una ciudad para su hijo, sino la exaltación de Dios.

De los seres primitivos que Dios había creado mucho antes que Adán y Eva, ya había descendencia con ángeles caídos; entre los Noditas, como también entre los Rafaitas y otros. Estos fueron capacitados en muchos de sus conocimientos por esos rebeldes, a quienes veneraban como dioses. Por eso Caín, en ese pueblo, dispuso de todas las herramientas, instrumentos y conocimientos suficientes como para edificar una ciudad con el nombre de su hijoy enaltecerse. (Gn.4;17)

No obstante la maldición que tenía Caín de andar errante, Dios en su amor, le dio una marca, "para que no lo matase cualquiera que lo hallara". (Gn.4;15)

Cuando Caín cometió el asesinato, de inmediato fue desterrado, y la mujer que conoció en la tierra de Nod no fue ninguna de sus hermanas, ya que las otras hijas de Adán y Eva nacieron mucho después. Su mujer, indefectiblemente, era descendiente de los seres primitivos que Dios creó antes de Adán y Eva, pues cuando Caín se fue de al lado de sus padres, la tierra ya estaba habitada y es por eso que temía que alguno lo mate.

Si bien los caídos que andaban entre esa población tuvieron experimentos de procreación, hijos híbridos sin alma, con las hembras descendientes de la pareja creada anterior a Adán y Eva, su misión principal era cortar la descendencia de Adán y Eva por la que podría llegar a este mundo Jesucristo, quien pisaría la cabeza de la serpiente.

La promesa que vendría de la descendencia de Eva quien aplaste la cabeza de Lucifer debían cortarla y para eso, el nacimiento del mesías tenía que ser evitado cueste lo que cueste. Debían de pervertir la genética humana e impedir el cumplimiento de esa promesa de (Gn.3;15).-

"Y aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, viendo los hijos de Dios (los ángeles rebeldes) que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban". (Gn. 6;1,2)

Estos hombres que comenzaron a multiplicarse y que a sus hijas tomaron los ángeles rebeldes, eran las generaciones que venían a partir de los hijos de Caín y de otros hijos de Adán y Eva que nacieron más tarde (Gn.Cap.5), porque en los seres primitivos sin alma ya antes se habían mezclado los ángeles caídos haciendo experimentos en mujeres.

Se le llamó "hijo de hombre" a todo nacido en este mundo en carne humana, incluso aunque posean el Espíritu de Dios. Hasta Jesús mismo se decía una y otra vez que era hijo de hombre, a pesar de que su Padre era Dios.

En cambio los "hijos de Dios" mencionados en el pasaje anterior, fueron los ángeles caídos, porque la palabra en hebreo de este versículo se traduce "Ángeles" y es la misma que en (Gn.6;4)- (Job.1;6)- (Job.2;1)- (Job.38;7).-(Dn.3;91,92) y (Tobías 12;15,21).

Los "hijos de Dios" eran ángeles caídos que se materializaron y se unieron físicamente a las mujeres "hijas de hombres" y de allí nacieron unas criaturas especiales, enormes y colmadas de maldad.

"Y había gigantes -Nefilim- en la tierra en aquellos días y también después del diluvio, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos". (Gn. 6;4)

La palabra Nefilim, vino en biblias antiguas traducida como "Gigantes", pero en realidad dicha palabra significaba "Los caídos", "los que derriban", "los que hacen caer" o "los descendidos" y "venidos del cielo". Estos no solamente tenían una gran estatura, algunos tenían 6 dedos en cada mano y 6 dedos en cada pie. (1° Cró.20:6).

Entonces de mezcla de ángel caído y mujer terrena descendiente de Adán y Eva, nacieron estos seres malditos. Luego intentaron procrearse entre ellos y la genética fue pervertida.

Los ángeles caídos se dieron cuenta que desde Adán y Eva, en adelante, estaba llegando al mundo una simiente con alma eterna y pesaba la promesa de que por ellos vendría Jesús. Las entidades rebeldes, en un principio, se desorientaron pensando que los seres primitivos anteriores a Adán y Eva eran los humanos a probar y fueron contra ellos para lograr adoración y mezcla contaminada, pero no nacieron gigantes sus hijos híbridos de ellos. En cambio ahora, sabiendo que recién desde Adán y Eva nacían con alma inmortal, reconocieron que estaban naciendo criaturas pre existentes y se empeñaron en procrear con ellos engendros, monstruosos gigantes caníbales.

La única generación desafectada y exentos de contaminación de sangre con ángel caído hasta el diluvio fue; Adán y Eva, el tercer hijo de Adán y Eva llamado Set, un hijo de Set llamado Enós, un hijo de Enós llamado Cainán, un hijo de Cainán llamado Mahalaleel, un hijo de Mahalaleel llamado Jared, un hijo de Jared llamado Enoch, un hijo de Enoch llamado Matusalem, un hijo de Matusalem llamado Lamec y un hijo de Lamec llamado Noé (Gn.5;4,32). Y Dios dispuso salvar a Noé y a su familia para proseguir con una línea limpia, por la que vendría Jesucristo, el redentor.

El libro de Jubileos narró el descenso de ángeles rebeldes en los días de Jared, tatarabuelo de Noé, y que por esto su padre le dio ese nombre; Jared; que al hebreo significa "descender".

Del bisabuelo de Noé llamado Enoch, cuenta la Biblia que caminó con Dios. Estaba tan cerca de Dios que el Señor se lo llevó a su presencia en vida, (Gn. 5:24) pero antes de partir, Dios le reveló muchas cosas a través del ángel Uriel y por otros medios divinos, cosas que habían ya pasado y otras que ocurrirían por aquellos tiempos y en épocas futuras, y Enoch a pedido del Señor lo escribió todo, pero solo una parte de tanto escrito fue incorporado a la Biblia, mucha de su literatura desapareció y otros de sus escritos fueron considerados dudosos o apócrifos a pesar de que para grandes celebridades los escritos de Enoch fueron salvaguardados dentro del Arca de Noé en el tiempo del diluvio, conservándose la autenticidad de la mano del propio patriarca Enoch.

La misma Biblia le otorga autoridad a los libros y profecías de Enoch, mencionándolos, "De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán". (Jd.1:14-15). Ciertamente los primeros cristianos tenían estos escritos por verdaderos y sumamente valiosos.

El profeta Enoch describió lo acontecido entre los ángeles caídos y los humanos en esas épocas antediluvianas;

CAPITULO 7

(Enoch 6:1)"Y pasó que cuando los hijos de los hombres se habían multiplicado y en esos días nacieron entre ellos hermosas y atractivas hijas. Los ángeles, los hijos del cielo, las vieron y las codiciaron, y se dijeron unos a otros: "Vengan escojámonos esposas de entre los hijos de los hombres y engendrémonos hijos".

Un ángel superior caído llamado Senjaza, había hecho un trato con sus compañeros vigilantes para cometer el mismo mal.

Doscientos jefes de ellos, en la cúspide del Monte Hermón, que será localizado en tiempos futuros en la frontera del Líbano y Siria, acordaron descender a la tierra y cohabitar con las mujeres.

Estos 200 jefes, estaban cada uno a cargo de diez mil Vigilantes y todos cayeron en masa.

Luzbel, no solo había tenido una guerra en el cielo donde se le adhirieron súbitos, sino que allí recién empezaba el conflicto, esa fue la primer gran batalla del inicio, a la que le seguirían cantidades de combates en los que el Diablo quiso destrozar e impedir los planes divinos y robarle o destruirle a Dios los seres que había amado, provocando la deserción de ángeles o pre existentes humanos.

(Enoch cap.7) "Y todos los demás junto con ellos, tomaron por si mismos esposas, y cada uno escogió una, y comenzaron a llegarse a ellas y a amancillarse con ellas, y ellos les enseñaron sus hechicerías y encantamientos, y el corte de raíces, y las hicieron familiarizar con las plantas. Y ellas se embarazaron, y parieron grandes gigantes.

Y cuando los hombres no pudieron sostenerlos más, los gigantes se tornaron en contra de ellos y devoraron su humanidad. Y ellos comenzaron a pecar en contra de las aves, y en contra de las bestias y reptiles, y los peces, y a devorarse unos a otros y a beber la sangre (canibalismo). Entonces la tierra permanecía acusando a estos sin ley".

(Enoch cap.8)"Y Azazel (otro superior caído como los que se mencionará en versículos siguientes) enseñó a los hombres a hacer espadas, y cuchillos, escudos, y corazas, y les hizo conocer los metales de la tierra y el arte de trabajar con ellos, y brazaletes, y ornamentos, y el uso del antimonio, y el embellecimiento de los párpados, y de todo tipo de piedras costosas, y de todos los tintes colorantes. Y se levantaron muchos ateos y cometieron fornicación, y ellos se descarriaron, y se hicieron corruptos en todos sus caminos".

Shemihaza, enseñó encantamientos y a cortar raíces;

Hermoni, a romper hechizos, brujería, magia y habilidades afines;

Baraq'el, los signos de los rayos;

Kokab'el, los presagios de las estrellas;

Zeq'el, los de los relámpagos;

H'el, enseñó los significados;

Ar'taqof, enseñó las señales de la tierra;

Shamsi'el, los presagios del sol;

Y Sahari'el, los de la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas.

Como parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito subía hasta el cielo".

Esta "parte" de los hombres, es la que desciende de Adán y Eva, excepto una porción de la generación de Set, la simiente conservada y protegida preexistente por la que vendría el redentor.

(Enoch Cap.9) "Entonces Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel observaron la tierra desde el santuario de los cielos y vieron mucha sangre derramada sobre la tierra y estaba toda llena de la injusticia y de la violencia que se cometía sobre ella.

Considerando esto, los cuatro fueron y se dijeron:- El grito y el lamento por la destrucción de los hijos de la tierra sube hasta las puertas del cielo.

Y dijeron a los santos del cielo: (a los mensajeros fieles de Dios) -Es ahora a vosotros a quienes las almas de los hijos de los hombres (todos descendientes de Adán y Eva tenían alma inmortal) suplican diciendo 'llevad nuestra causa ante el Altísimo, nuestra destrucción ante la gloria majestuosa y ante el Señor de todos los señores en cuanto a majestad".

"Tú has visto lo que ha hecho 'Asa'el, como ha enseñado toda injusticia sobre la tierra y revelado los secretos eternos que se cumplen en los cielos; y lo que ha enseñado a los humanos Shemihaza, al que tú habías dado la facultad de gobernar sobre sus compañeros. Ellos han ido hacia las hijas de los hombres y se han acostado con ellas y se han profanado a sí mismos descubriéndoles todo pecado. Luego, estas mujeres han parido en el mundo gigantes, por lo que la tierra se ha llenado de sangre e injusticia (Gn.6:4,5,11) "Y ahora mira que las almas de los que han muerto gritan y se lamentan hasta las puertas del cielo y su gemido ha subido y no puede cesar debido a la injusticia que se comete en la tierra".

(Enoch Cap.10) "Entonces el Altísimo, Grande y Santo habló y envió al ángel Sariel al hijo de Lamec y le dijo: -Ve hacia Noé y dile en mi nombre, 'escóndete'; y revélale la consumación que viene, pues la tierra entera va a perecer, un diluvio está por venir sobre toda la tierra y todo lo que se encuentre sobre ella perecerá.

Enseguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la vida y escapar definitivamente, pues por él será sembrada una planta y serán establecidas todas las generaciones".

En el capítulo 15, Jehová habló a Enoch directamente, a quien los Vigilantes se habían acercado para que interceda ante Dios por ellos.

(Enoch Cap.15)"Y él me correspondió y me habló y yo oí su voz: -No temas Enoc, hombre justo, escriba de justicia; acércate y escucha mi voz.-Ve y dile a los Vigilantes del cielo que te han enviado a suplicar por ellos: 'A vosotros corresponde interceder por los humanos y no a los humanos por vosotros. ¿Por qué habéis abandonando el cielo alto, santo y eterno, os habéis acostado con mujeres y profanado a vosotros mismos con las hijas de los hombres y tomado esposas como los hijos de la tierra y habéis engendrado hijos gigantes? Vosotros que fuisteis santos espirituales viviendo una vida eterna os habéis manchado con la sangre de las mujeres y habéis engendrado con la sangre de la carne y como los hijos del hombre habéis deseado después carne y sangre como aquellos que mueren y perecen. Por eso yo les he dado a ellos mujeres para que las fecunden y engendren hijos por ellas y para que así no falten ellos sobre la tierra.

En cuanto a vosotros, fuisteis primero espirituales, viviendo una vida eterna, inmortal por todas las generaciones del mundo; por ello no se os han atribuido mujeres, pues la morada de los espíritus del cielo es el cielo".

Dios explicaba con esas palabras finales que el cielo era morada de espíritus divinos donde no existía el género sexual. Pero sí existía en la tierra.

"Y ahora, los gigantes que han nacido de los espíritus y de la carne serán llamados en la tierra espíritus malignos y sobre la tierra estará su morada.

Los espíritus malos proceden de sus cuerpos, porque han nacido de humanos y de los santos Vigilantes es su comienzo y origen primordial.

Estarán los espíritus malos sobre la tierra y serán llamados espíritus malos.

Los espíritus del cielo tienen su casa en el cielo y los espíritus de la tierra que fueron engendrados sobre la tierra tienen su casa en la tierra

Y los espíritus de los gigantes, de los Nefilim, que afligen, oprimen, invaden, combaten y destruyen sobre la tierra y causan penalidades, ellos aunque coman tienen hambre y sed y causan daños. Estos espíritus se levantarán contra los hijos de los hombres y contra las mujeres porque de ellos proceden".

Así se describía una nueva rebelión de los Vigilantes en contra del Señor. Ellos vinieron a la tierra, embarazaron mujeres humanas, produjeron descendientes gigantes, y la maldad del hombre aumentó a causa de estos terroríficos y diabólicos seres, engendros de ángeles caídos que causaron estragos comiendo a humanos, arrancándoles la cabeza de una sola mordida y pervirtieron la tierra.

Libros muy antiguos como El libro de Jaser (citado en la Biblia en Josué 10:13 y 2º Samuel 1:18 y el libro de Jubileos), indicaban que en esos días los ángeles caídos estaban mezclando especies de un animal con otra y también lo atestiguaban "Los Rollos del Mar Muerto" que mencionan que dichos ángeles, además de procrear gigantes, procrearon monstruos. Todos estos libros no fueron incluidos en la Biblia, aunque la Biblia misma los mencione.

Lucifer, abocado a malograr y ensuciar los propósitos de Dios se propuso por medio de los ángeles caídos, con sus hijos Nefilim, llevar a todos a la perversión, pero por otro lado, estaban los ángeles rebeldes que se desenvolvían como guardianes del conocimiento arcano. Poseían una gran sabiduría en todos los misterios de la naturaleza y de la ciencia, por medio de la cual, se proyectaron a alterar el genoma humano con su mezcla y manipular la genética. "Porque de una sangre fue hecho a todo el linaje de los hombres para que habiten la faz de la tierra" (Hech,17;26).

En un futuro mundo moderno, los estudios de cromosomas atestiguarían que todos los humanos descendieron de un solo hombre (Ro:5:12) y sería descubierto el plano genético para la vida. Pero la Biblia, tres mil años antes, ya informaba que todos venían de un mismo linaje y que había un código escrito en cada organismo vivo, el ADN. "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas".(Salmo 139;13-16)

Los ángeles caídos conocían a la perfección el cuerpo humano y que en la sangre estaba la vida (Lev.17;11), sabían que en ella se guardaba un mapa genético con toda la información necesaria con la que podrían manipular y alterar al ser humano para interrumpir la promesa del que nacería sin defecto ni mancha, (1°Pd.1;19) sin contaminación alguna, manifestado en la carne, (1°Tim3;16) el Cristo Jesús, el Redentor.

Por tanto tiempo esos seres diabólicos y sus híbridos estuvieron antes del diluvio, que casi todos estaban contaminados o corrompidos, excepto una parte de la descendencia de Set, el tercer hijo de Adán y Eva, que aunque llevaban la mancha del pecado original de sus antepasados, esta simiente no tenía mezcla de sangre con los caídos. Pero los demás descendientes de otros hijos de Adán y Eva, estaban contaminados o pervertidos por el pecado y sus almas clamaban aun después de muertos como lo relataba Enoch en su libro.

En realidad toda carne, se corrompió por el pecado y por la acción de los ángeles caídos que hacían esas abominaciones genéticas, tanto entre humanos como en animales. "Y vio Dios la tierra, y he aquí estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra". (Gn.6:12)

"Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová." (Gn. 6:1-5) Y Dios anuncio el diluvio, haciendo un pacto con Noé a fin de salvarlo juntamente con su familia. (Gn. 6:14-22)

Unos 1600 años después de la caída de Adán y Eva en el pecado, Noé y su familia construían un arca. Había varias razas en mestizaje y un idioma antiguo original que Dios había dado a la primera pareja y que hablaron todos los descendientes durante los siglos que duró el mundo antediluviano, incluso fue el idioma que hablaron dentro del Edén. (Gn.11;1)

Algunos simples cálculos dan cuenta que fueron algunos millones de personas que se habían propagado en toda la tierra que estaba unida en un solo y enorme continente. (Gn.1;9) y el diluvio llegaba.

Fue en "el año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes cuando todas las fuentes del gran abismo fueron rotas, y las cataratas de los cielos se abrieron". (Gn. 7:11)

No se trataba de una lluvia típica con muchas pequeñas gotas de agua. Eran "las cataratas de los cielos", que caían e impactaban con fuerza bruta a la tierra; rompiendo y remodelándola. Así la tierra fue destruida mediante el diluvio (Gén.9:11), como una vasija de cerámica, que es quebrada y se rompe en varios pedazos. Y la tierra se dividió en diferentes partes como continentes e islas. La descendencia de Noé menciona a Peleg, su nombre significó división, "porque en sus días fue repartida (dividida) la tierra". (Gn.10:25)

Y en esas cortezas terrestres despegadas, Dios hizo que se hundieran grandes masas donde estarían los mayores esfuerzos y obras de soberbia de civilizaciones inteligentes, como la Atlántida que quedó sumergida y perdida para siempre, donde la leyenda afirma que fue fundada por un ángel caído llamado Poseidón que puso como rey a su hijo híbrido, Atlas.

Los científicos un día sabrían que el mundo original estaba unido y que todos los continentes serían los fragmentos de aquella tierra original. Ellos llamarán al super continente original Panguea, que significa "tierra entera". Pero ellos no creerán en el cataclismo del diluvio, sino pensarán que la separación de los continentes duró 225 millones de años produciéndose.

Los océanos se llevaron a millones de seres. Por las aguas murieron las personas contaminadas y perversas, hasta los menores que fenecieron no irían a tardar en corromperse ni bien crecieran, también los Nefilim se ahogaron.

Todos se hundieron en las profundidades, los espíritus malos de los Nefilim o gigantes, una vez muertos en cuerpo, quedaron rondando la tierra y las almas de los humanos fallecidos quedaron encarcelados en su estado, muchos hasta el día del juicio final, para cuando suceda lo escrito (Ap.20;13). "Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras".

En ámbitos profundos y bajo los océanos, quedaron las moradas con millones de almas incrédulas. En la misma situación esperan otros en el Seol o el Hades, donde mucho después descenderá a las partes más bajas Jesucristo (1Pd-3:19):"En el cual también fue a predicar a los espíritus encarcelados, que en un tiempo desobedecieron, cuando esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas a través del agua."

Así fue que se inundó prácticamente todo el planeta habitado. Dios decidió destruir ese mundo de habitantes humanos, híbridos gigantes salidos de una parte de los descendientes de Adán, otros híbridos producidos por descendientes de la especie humana primitiva y sin alma que provenían de antes de Adán, híbridos de animales y monstruos, y todo ser viviente. Solo se salvaron en un arca, que Dios instruyó como construirla, un descendiente de Set llamado Noé, su familia y animales de cada especie, elegidos de Dios y protegidos de ADN alterados.

Más adelante se sabría que, según las instrucciones bíblicas sobre la forma y dimensión detallada del arca y calculando la fuerza de flotación por la densidad del agua, esta pudo flotar soportando un peso y capacidad promedio como para trasladar, sin hundirse, más de setenta mil animales, sin contar entre ellos a los dinosaurios y otros gigantescos que ya estaban extinguidos por eras de hielo pasadas. Aquellos animales que se introdujeron en el arca no eran todos los animales de la Tierra, sino todos los animales con gran riqueza genética, precursores de los que vendrían en el futuro, como la pareja antecesora de diversas variedades de futuros felinos, de monos u otros géneros.

CAPITULO 8

Noé además de haber sido justo para los ojos de Dios, no tenía contaminación en sus generaciones. No estaba en él esa mala mezcla genética, por eso las Escrituras aclaraban que no solo era "varón justo sino que además era perfecto en sus generaciones" (en su sangre) (Génesis 6:9). "No tenía defecto".

Él no estaba contaminado con los genes extraños de los Nefilim, aunque cuando aún permanecía en el vientre de su madre, existió una sospecha por parte de su padre.

En el Libro Apócrifo del Génesis, quedó asentado cuando Lamec, quien fuera el padre de Noé, le preguntó a su esposa si Noé sería verdaderamente hijo suyo o hijo de un ángel caído. Y su esposa jurando por el rey de los cielos le contestó; "De ti viene esta semilla y de ti esta concepción y de ti el fruto formado y no de un extranjero ni de un vigilante o hijo de Dios"( ángel caído).

Las sospechas por contaminación con los ángeles caídos alcanzaban a los seres de entonces, por lo que se llegó a desconfiar de las mujeres de esa infestación.

Finalmente la esposa de Noé ayudó fiel a su marido durante cientos de años de cultivo (Gn.5:29), ciento veinte años de construcción del arca, más de un año en el mantenimiento de los animales bajo la guianza divina en una enorme casa flotante, y luego durante cientos de años en trabajar la tierra.

Ella fue una gran esposa que lo apoyó en su ministerio de predicación. (2 Pd.2:5).

Dios destruyó la tierra enviando el diluvio y se deshizo de engendros y gigantes, pero el agua no detuvo las rebeliones.

El (Gn.6:4) afirma que aun después del diluvio, algunos de los Vigilantes continuaron rebelándose en contra de Dios y vinieron a la tierra, ellos volvieron a tomar secretamente las hijas de los hombres, que eran descendientes de hijos de Noé, y les engendraron hijos de estatura muy grande. (Num.13;33)

El Libro de los Jubileos, que se mencionará en la Biblia, sin estar incluido en ella, lo describió así;"Y en la tercera semana de este Jubileo, los demonios malignos comenzaron a hacer caer en pecado a los hijos de los hijos de Noé, y a hacer que erraran y se destruyeran entre sí. Y los hijos de Noé vinieron a Noé su padre y le dijeron todo concerniente a cómo los demonios estaban haciendo caer en pecado a sus hijos. Y Noé se postró y oró al Señor Dios y le dijo:

'Dios de los espíritus de toda carne, quien tuvo misericordia de mí y me has salvado a mí y a mis hijos de las aguas del diluvio. Y no permitiste que yo pereciera como perecieron los hijos de perdición;

Porque tu gracia ha sido grande para mí. Y grande ha sido tu misericordia para mi alma;

Cubre a mis hijos también con tu gracia, y no permitas que espíritus malvados gobiernen sobre ellos. Para que no los destruyan de la faz de la tierra.

Porque Tú me has bendecido a mí y a mis hijos, para que nos aumentemos y nos multipliquemos y llenemos la tierra.

Y Tú conoces a Tus Vigilantes, los padres de los espíritus, que actuaron en mi día (antes del diluvio): a estos espíritus que hoy viven, aprisiónalos y sostenlos con fortaleza en el lugar de condenación, y no permitas que destruyan a los hijos de tu siervo, mi Dios; porque ellos (los espíritus) son malignos, y han sido creados para destruir.

No permitas que ellos gobiernen sobre los espíritus de los que vivimos; porque solamente Tú tienes dominio sobre ellos. No dejes que tengan poder sobre los hijos de justicia...'" (Jubileos 10:1-6)

Noé le pedía a Dios de este modo, que los espíritus que habían pertenecido a los fallecidos Nefilim permanezcan aprisionados para que no influyan en su familia y no se aprovecharan los "vigilantes" otra vez de las hijas de los hombres. Y Dios, en su voluntad decidió salvaguardar a uno solo de los hijos de Noé, para que por medio de este, se mantuviera la promesa sobre la descendencia hasta que concluya llegando quien aplastaría la cabeza a Satanás, (Gn. 3:15).

Y así fue la bendición de Dios por los labios de Noé al primogénito hijo de este llamado Sem: "Más, Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo"(Gn. 9:26).-

Esa línea genealógica de Sem, se mantuvo pura de influencia y sin mala mezcla angélica a fin de llegar a cumplirse las promesas.

Hubo una larga lista de los descendientes de Sem, (Gn.11:10-26) la misma finalizó con Taré, quien vivió setenta años y engendró a Abraham. (Gn.17:5) y de él salieron los israelitas y el sacerdocio de la tribu de Levi de donde llegó a nacer María, madre de Jesús.

Pero los ángeles caídos siguieron engendrando gigantes entre la descendencia de otros hijos de Noé, quien había maldecido la descendencia de su hijo Cam. (Gn. 9:25)

Los pueblos con el correr del tiempo se fueron multiplicando y las colonias de demonios se expandieron por Eridu, y región mesopotámica, llegando a todas partes donde el hombre emigraba.

Cada población naciente, se denominaba por un nombre que hacía alusión al ángel caído que creían fundador, protector y maestro y esos nombres perduraron por el tiempo como mitos o leyendas a través de las culturas tradicionales, escrituras y dibujos tallados por pueblos originarios.

En el libro; Testamento de Salomón, llegará a mencionarse que el demonio Asmodéo fue hijo de un ángel caído y mujer humana, ese mismo demonio fue hallado luego en el libro de (Tobías 3:8). También otros mencionarán las escrituras, como Moloc, Balaán, y Azazyel o Azazel y muchos nombres que se podrán ver en los libros apócrifos de Enoch y otros.

Cada ángel caído tenía un nombre acorde a un envío o a una posición destacada, una o más legiones de demonios a cargo y una gran capacidad intelectual, como potestades y facultades para llevar al hombre al pecado o al alejamiento de Dios.

Ellos se introdujeron en las más antiguas civilizaciones y una de esas poblaciones se encontraba en la llanura de Sumer, al sur de la ciudad de Zagros, donde habían emigrado los descendientes de Adán en otro tiempo. Ese fue el lugar que ocupó la familia de Noé cuando se salvaron tras el diluvio universal.

El reino más antiguo, lo fundó un bisnieto de Noé, nieto de Cam e hijo de Cus, llamado Nimrod (Gn.10;1,6,8-12), este nombre significó el rebelde, y se decía de él, que iba delante del Señor pero no positivamente, sino confrontándolo.

Los ángeles caídos e híbridos llegaron a esas tierras donde la ciudad principal del reino era Babel, donde se construirá luego la famosa torre donde nacieron otros idiomas. Más tarde, todo el reino tomó el nombre de Babilonia y a estos ángeles rebeldes se los denominaba con un nombre que significaba dragones o gran serpiente.

Pero antes de ese reino, desde Noé habían pasado ya al menos tres generaciones que poblaron esas regiones convirtiéndolas en ciudades conocidas como Sumer o Sumeria, Egipto, El valle del Indo (que será Pakistán y norte de la India) y Zagros.

Estos territorios fueron poblados por Cus y por Mizraim respectivamente, hijos de Cam, hijo de Noé (Gn.10:6); y pronto tuvieron la presencia de ángeles caídos entre ellos que con demostraciones sobrenaturales de poder, magia y sabiduría provocaron que estas civilizaciones parezcan haber surgido repentinamente con conocimientos avanzados en muchas disciplinas, incluyendo leyes, ética, urbanidad, astronomía y también en enseñanzas falsas y satánicas como brujería, rituales de sacrificio humano e incluso, como lo relatarán los libros antiguos del Valle del Indo, conocimientos sobre naves voladoras y armas de guerra que parecerán ser atómicas.

Así fue que varias civilizaciones estaban siendo fundadas y dirigidas en su creación por ángeles caídos y sus hijos híbridos, algunos de ellos aún gigantes, como se describió en (Gn. 6).

También todo el conocimiento Egipcio estuvo completo desde el comienzo; las ciencias, técnicas artísticas y arquitectura no mostraron un periodo de "desarrollo". La ciencia Egipcia; medicina, matemáticas y astronomía fue de un orden potencialmente más alto de refinamiento y sofisticación que, en lo que llegaría a ser, en el mundo moderno.

Algunos murales en Egipto como en el templo de Hathor mostrarán a generaciones futuras a gigantes dominando sobre seres humanos de tamaño normal.

La civilización egipcia no tuvo un desarrollo, fue un legado.

También en los grabados sumerios, los demonios estaban representados en forma humanoide pero sus rostros eran ocultados, porque no les permitían reflejarlos en su aspecto real, sin embargo muchas pequeñas esculturas fueron encontradas de aspecto reptiliano, tenían rostros semejantes a ranas y cráneos alargados, por lo que miles de años después se encontrarán en fosas, las calaveras y cráneos descriptos, asimismo cantidades de esqueletos de gigantes, que aunque serán rápidamente ocultados por gobiernos con posturas evolucionistas, quedarán muchos registros, imágenes e informes al alcance de todos.

La existencia de estos seres continuaba en la región geográfica de Sidón, que ocupaba otro descendiente de Cam, su hijo Canaán, y habitaron los amorréos, cananeos, jebuseos, (Gn.10:15-18), (Núm.13:27-33) y demás descendientes de Canaán que habían sido maldecidos por Noé.

Estos pueblos, conocidos como ritualistas, numerólogos y ocultistas, realizaban sacrificios humanos a sus dioses o ángeles caídos. Durante las ceremonias sometieron a sus sacrificados a todo tipo de vejaciones y torturas, luego bebían su sangre, no obstante otro tipo de demonios, con otro aspecto, los mantenía ligados a la sabiduría.

Dios escogió a Abrahán, un hombre que había nacido en Nippur de Sumeria en tiempos que un rey se auto proclamaba Rey de Sumer y de Acad, para unir sus principales ciudades mesopotámicas como Nippur, Lagash, Uruk, Larsa, Eridu y Ur, llamada más adelante Ur de los Caldeos, cuando una tribu semita se estableció y se extendió por babilonia.

Abrahán era décimo en las generaciones desde Noé, y era el elegido para formar un pueblo de cuyo linaje enviaría Dios al salvador, sin mancha de pecado.

Los híbridos y cruzas con el mal fueron expandiéndose y contaminando el genoma humano con el propósito que no pueda nacer en la tierra el Hijo de Dios. Pero no solo intervenían con esa infestación extendida, sino también con otros métodos que estaban al alcance de sus poderes y potestades dañinas. No había sido una casualidad que Sara, esposa de Abrahán, sea estéril, como la de Isaac, como la de Jacob y siguió la lista. Lucifer no quería esa descendencia (Gn. 25,21). Jesús debía venir de la línea patriarcal, (Gn. 29:31) e inesperadamente la esposa de cada patriarca era estéril. Pero de repente sucedió un milagro en los vientres de Sara, Rebeca y Raquel, y continuó la descendencia.

Luego hubo una matanza de niños para arrancar la vida de Moisés, quien de grande sería el guía del pueblo hebreo escogido, de donde vendría el Señor. Y aun mucho después, en los tiempos de Herodes, habrá otra matanza de niños para llegar a matar a Jesús.

Cuando Israel, el pueblo hebreo, salieron de la esclavitud de los egipcios, se encontraron con que tenían que conquistar veinte ciudades a los hijos de los vigilantes para reclamar la tierra como de su propiedad, cumpliendo los designios de Dios.

Había muchos Nefilim como reyes de las naciones, el más famoso, que no llegó a ser rey, fue Goliat, a quien David mató (1ºSml.17).

El Rey Og (Deut.3:11) tenía una cama de 14 pies largo por 6 ancho (4.26 x 1.83 mts) su estatura era mínimo de 12 pies (3.65 mts).

Esta contaminación con híbridos de gran tamaño era un arma de Satanás para poblarle la tierra prometida a Israel e impedir que los judíos se apropiaran de ella.

Hubo varios y continuos intentos por parte del diablo de contaminar a la raza humana; antes de la creación del hombre, antes del diluvio y después del diluvio. Por este motivo, vuelven a aparecer los Nefilim después del diluvio, estos gigantes, que también son llamados, los "Refaítas".

En verdad había seis tipos de razas de Nefilim;

Los Refaítas, en hebreo; Refaím = los Gigantes. (Gn.14;5) (Deut.2;20)

Los Anaceos, (descendientes de Anac) - en hebreo; Anakim (Anunaki)= los de cuello largo. (Deut. 2:21)

Los Emitas, en hebreo; Emím = Los terrores. (Deut.2:10)

Los Zomzomeos (o Zuzitas), en hebreo; Zamzumim = Los Conspiradores.(Deut.2:20)

Los Horeos, en hebreo; Joryim = Los Cavernícolas. (Gn.14:6),(Deut.2:22)

Los Aveos, en hebreo; Aviim = Ruinas. (Deut. 2:23

CAPITULO 9

La Tierra de Canaán, la que Jehová tenía prometida para su pueblo elegido Israelita estaba plagada de gigantes; Los dos espías que se acercaron a reconocerla dijeron; "...es fuerte el pueblo que habita en la tierra, y las ciudades, fortificadas y muy grandes; y además vimos allí a los descendientes de Anac. Amalec habita en la tierra del Neguev, y los hititas, los jebuseos y los amorreos habitan en la región montañosa, y los cananeos habitan junto al mar y a la ribera del Jordán. . . La tierra por la que hemos ido para reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de gran estatura."(Num.13:28, 29, 32).

Todos esos pueblos (cananeos, amorreos, hititas, amalecitas) tenían genes de Nefilim, por eso eran de gran estatura y hasta caníbales, porque "devoraban a sus habitantes".

Los primeros seres de estas extravagantes características habían sido destruidos por el agua y los que vinieron después del diluvio, fueron destruidos por la guerra, cosa que no hubiera sido posible sin Jehová en el frente de batalla tomando la conducción divina de los combates, y eso explicó la presencia de Dios en guerras y matanzas.

Acabar con esa contaminación genética diabólica fue una de las razones, por la cuales en algunos casos, Dios ordenaba a los judíos matar todo ser viviente de los pueblos conquistados, incluyendo niños, bebés y animales. (1°Sml.15: 3).

Pues la simiente de la mujer por la que vendría Jesús por promesa de Dios (Gn.3:15) debía ser pura y sin mancha, (sin defecto), por eso la insistencia de los ángeles caídos de mezclarse con las mujeres, con el propósito de manchar a la raza humana y poder impedir que Jesús cumpliese el plan de redención establecido por Dios. Ese motivo llevó a Dios a ordenar aniquilar a determinados pueblos juntamente con las mujeres y los niños, porque se trataba de personas híbridas Nefilim o infectados por híbridos. Dios destruía de este modo a creaciones satánicas, que hubiesen aniquilado por completo al pueblo de Israel.

"Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura era como la altura de los cedros, y era fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo."(Amós 2:9)

Cuando todos los Refaítas ya estaban destruidos, el profeta Isaías escribió sobre ellos:

"Los muertos no vivirán, los Refaítas no se levantarán, pues los castigaste y destruiste, y has borrado todo recuerdo de ellos."(Is. 26:14).

Los muertos híbridos no resucitarán. Al carecer de alma no tendrán cuerpos de resurrección, más allá de que sus espíritus estén condenados juntos con sus antepasados satánicos. Por eso pregunta el salmista "¿Se levantarán los Refaítas y te alabarán?". (Salmo 88:10) refiriéndose a aquel día donde toda rodilla se doble alabando, incluso los que estuvieran debajo de la tierra (Fil.2;10).

Dios quitaba del mundo para siempre a los gigantes hijos de los caídos, pero se habían resistido los siglos suficientes como para que en generaciones venideras una parte de la humanidad tenga la sangre contaminada por aquella simiente maldita que surgió como estrategia de Lucifer para que no exista hombre o mujer sin ese virus, a fin de que no se pueda hallar persona digna para engendrar al Cristo.

Dios fue llevando adelante su plan divino. A pesar de permitirle al Diablo boicotearlo permanentemente, había accionado de diversas formas a fin de saltear obstáculos o utilizarlos para convertirlos en beneficio.

Así fue, que desde tiempos infinitos los ángeles fueron cayendo para seguir a Lucifer, abandonando la morada propia de ellos en el cielo para habitar en la tierra, en muchos casos, para dejar su simiente procreando híbridos con mujeres terrenas, trasgrediendo a la ley de Dios, y aún más, sabiendo que el ayuntamiento de seres de distinta especie estaba en contra de la reproducción. (Gn.1), (Lev.18:23), pero ellos aprovecharon su facultad de hacerse en forma humana para hacerlo todo pervertidamente, Gn.18;1.2.- (8;20) 22;19.- 1;11.- (Jos. 5;13-15), (Enoch apocrifo cap.15).- (Daniel 7;9-10)

Sobre los caídos escribiría el siervo Judas; "Y los ángeles que no guardaron su dignidad sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado en oscuridad, en prisiones eternas para el juicio del gran día como a Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado han ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestos por ejemplo, sufriendo el fuego del castigo eterno" (Judas 1;6,7)

El pecado de Sodoma y Gomorra, al cual la Biblia lo compararía, fue el de la fornicación con sexo contra natura (Gn.19;5-11).- Satanás había sido el autor intelectual en esa oportunidad, pero no fue castigado, porque no se involucró directamente en el episodio, él lo promovió; pero supo cómo cuidarse.

En las ciudades de pecado, denominadas Sodoma y Gomorra, los ángeles buenos, habían ido a brindar salvación por envío divino, y se materializaron de modo que hasta tuvieron funciones biológicas corporales; comieron y bebieron con los seres humanos (Gn.18:8). Esto fue posible porque Dios había creado y diseñado sistemas biológicos, con entradas, consumos, procesos, salidas y rendimientos para seres vivientes, y los ángeles, al corporizarse no fueron la excepción a este modelo de sistema biológico creado y diseñado por Dios, que operó en todas las criaturas visibles o cuando puedan hacerse visibles según sus características.

En seres espirituales no existieron ni varón ni mujer. (Gál.3;28) las entidades angélicas en los cielos siempre fueron asexuados, así también las almas con cuerpos gloriosos de resurrección serán asexuados. "Porque cuando resuciten los muertos, ni se casarán ni se darán a casamiento, sino que serán como los ángeles que están en los cielos" (Mr.12;25).

De los ángeles que cayeron materializados como varones dice; "Dios no perdonó a los ángeles que pecaron sino que arrojándolos al infierno (Tártaro) los entregó a prisiones de oscuridad para ser reservados al juicio" (2°Pd.2;4)

El Tártaro no significaba el infierno definitivo, como lo será el lago de fuego y azufre donde será echado el diablo junto a su séquito con todos los que al él le respondan al final de los tiempos. En ese lago recibirán cuerpos en los que serán atormentados por siempre. (Ap.19;20) (Ap.20;10), (Ap.21;8), excepto los que no resucitarán (Is. 26:14).

El Tártaro, el Hades, el Seol, los abismos, las profundidades, infiernos, sepulcros y otras denominaciones fueron los sitios creados para todos los muertos y demonios, aunque los difuntos agraciados de Dios siempre moraron separados de los demonios, otros alejados del creador viven entre ellos como los poseídos endemoniados y hay más moradas.

Algunas cárceles fueron cerradas hasta el juicio, como el Tártaro que se estableció por debajo del abismo del mar, y el Abadón que se encontraba en otra recámara a un lado del Seol y por eso quedó "el Seol a los lados del abismo" (Is. 14;15.)

Otras prisiones no se abrirán hasta un tiempo establecido, unas fueron con restricciones, y muchas de puertas abiertas, de donde pueden salir pero siempre han retornado.

Las regiones de los muertos se llenaron de almas que sufrían unas más que otras, porque la muerte de sus cuerpos no mató al ser, "al alma no pueden matar"(Mt.10;28) porque esta, salió del cuerpo al morir (Gn.35;18).

Grandes siervos de Dios, mujeres y familias enteras al morir ingresaron en alguna parte del Seol donde se hallaron en paz, sosiego, armonía y presencia celestial, lugares a los que más adelante se lo mencionará como; el Seno de Abrahán (Lc.16;22) y que después de Jesús se le llamará el paraíso (2°Cor.12;4) pasando a conformar un ámbito del tercer cielo, de donde habían caído los ángeles rebeldes al segundo y al primer cielo, y hasta por debajo de la tierra, a los abismos del subsuelo. (Lc.8;31) (Ro.10;7).

A unos 6000 km de la superficie se gestó una tierra hueca con criaturas atadas, es el Abadón, también un abismo bajo los mares, es el Tártaro con sus encierros, y en los sepulcros bajo la tierra estaban los ámbitos del Seol y del Hades con celdas abiertas para almas atribuladas que sin saber porqué siempre regresaron al mismo lugar, almas ligadas y encadenadas que son arrastradas por espíritus y demonios que las trasladan como a sus presas por los pasillos de las prisiones tenebrosas de los ángeles condenados.

Pero por encima de todo el Señor siempre tuvo el control, "Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir; Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos". (Ap.5;13).- Toda la creación y vida existente terminará reconociendo al Creador, aun los condenados al lago de fuego le clamarán.

"Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra".(Fil.2;10)

"Porque hasta las partes más bajas de la tierra Jesús fue y predicó a los espíritus encarcelados..."(1°Pd.3;19) Además de ese mundo subterráneo, la biblia mencionará a "los cielos", en plural. (Heb.1;10) "La tierra y los cielos son obra de tus manos".

El "Primer Cielo"; se trató del espacio atmosférico, la tierra, donde rigen los ejércitos de demonios bajo potestad del príncipe de este mundo (Gn.1:20), el "Segundo Cielo"; se le dijo al espacio estelar, el universo, al que recorrieron en todos los tiempos los ángeles rebeldes y donde se han librado durísimas batallas (Gn.1:17), y el "Tercer Cielo" (2° Cor.12:2) se lo llamó paraíso y más allá de los cielos, se encuentra el cielo más elevado y divino, el que ha habitado eternamente el Altísimo.

Los espíritus de los híbridos gigantes que murieron, fueron designados para atormentar a la humanidad en el primer cielo, aunque algunos hayan sido enviados a encierros, a la mayor parte les fue permitido andar por la tierra atribulando a los humanos, esto quedó escrito en el libro de Enoch y con más detalles en el libro de Jubileos.

CAPITULO 10

Con la llegada del Mesías, se truncaron los miles de años de labor satánica abocada a que no se produzca ese nacimiento. El propósito de Lucifer de alterar el genoma humano para impedir la llegada de Jesús finalizó fracasando.

El último intento del maligno, fue el influenciar al rey Herodes a la matanza de todos los niños menores de dos años con el fin de que Jesús muera, pero también lo evitó Dios. (Mt.2;1)

La contaminación del virus del mal ya no tenía la misma fuerza ni sentido, pero Jesús les llamó "hijos de vuestro padre el diablo" (Juan 8;44); "generación de serpientes", simientes de maldad. (Mt.23;33) a muchos que evidenciaban un evidente rechazo hacia él tal vez por ser portadores de aquella alteración genética con ángeles caídos. Pablo también habló de la existencia de los "Hijos del Mal",

En un principio, los cristianos judaizantes se resistían a que la salvación pueda ser alcanzada a toda criatura, pero así era el plan de Dios, porque todos los seres humanos eran seres preexistentes que debían pasar por la tierra. Unos para decidirse lo que no habían hecho resueltamente en la guerra de los cielos y otros por estar apagándose de la llama de su espíritu. A su debido tiempo, todos podrían volver a la gloria de donde habían salido, pero para esto tendría que llegar el fin del mundo. (Jn.3;18)(Hech.16;31)(Mr.16;16)

De ahí en más, la simiente contaminada en sangre perdió toda fuerza y efecto, ya no se lucharía "contra carne y sangre sino contra potestades, principados, huestes espirituales y gobernadores de los aires" (Ef.6;12) es decir, que el mal ya no se iniciaría en la sangre sino netamente en fuerzas invisibles contrarias al bien.

Esto motivó en Lucifer una mayor ira y con la fuerza de todos sus demonios se empeñó en hacer fracasar el sacrificio en la cruz, no solo persiguiendo, torturando y asesinando cristianos, sino que se camufló con su séquito en el interior del mundo religioso en general.

Aquellos espíritus malignos que fueron engendros de la abominación y del pecado, esos de los que habló Enoch que atormentarían a las gentes, refiriéndose a los espíritus de los gigantes que fueron muertos físicamente, buscaron alcanzar la cabeza de todo líder, ministro o autoridad humana cristiana para descomponer todo el cuerpo.

Como el Diablo no había podido hacer caer en la tentación a Jesús en el desierto (Mt.4;1-11) ni logró dividir a sus apóstoles y seguidores como lo pretendía, (1°Cor.1;11-13) aunque arremetió contra ellos para que sean perseguidos y acabados (1°Cor.4;12).

Con esas persecuciones, torturas y asesinatos tampoco pudo detener a los fieles, muy por el contrario, los cristianos se multiplicaron, pero el mayor éxito maligno, consistió en ingresar a las Iglesias, Influir y poseer a cuantos más altos dirigentes de las grandes religiones pueda, haciendo apostatar de la fe al pueblo converso y causando divisiones de tal magnitud, que produjeron las más sangrientas guerras religiosas, hogueras ardientes y matanzas de pueblos originarios en el nombre de Dios, como si fuera una burla al evangelio de amor dado por Jesucristo.

El obrar satánico fue en aumento en los siglos posteriores. La religión predominante cristiana proseguía en su ascenso demoniaco con misas y altares negros con cruces invertidas, columnas con formas de serpientes, estatuas para adorar y cultos luciferinos secretos en su misma Sede romana, donde participaban las más elevadas jerarquías de la Iglesia, junto a sus aliados gobernantes y a los reyes de las potencias mundiales, siendo un calco de los (capítulos 17 y 18 del Apocalipsis en la figura de la babilonia, la ramera, el anticristo, la bestia y el falso profeta).

Los creyentes que escaparon de la Iglesia madre de la corrupción (Ap.17) tomaron de antiguas y nuevas profecías formando ramas cristianas protestantes, pero en cada religión o creencia que comenzaba a tomar relevancia cristiana, entraron poco a poco, junto con las ovejas, inteligentes demonios que a menudo lograron convertir a sus miembros o ministros, en lobos con piel de cordero (Mt.7;15), (Judas 1;4), y disfrazados como ángeles de luz (2°Cor.11;13-14) fueron escalando cargos, jerarquías y ministerios, haciendo estragos en las creencias de los sinceros, escandalizándolos con sus aberraciones y accionar de corazones corrompidos, provocando en todas las religiones billones de personas decepcionadas de la fe o confundidas de camino.

Las desilusiones por los guías espirituales fueron tantas, que casi no pasaron fieles en la tierra sin ser decepcionados por algún servidor de su fe a lo largo de su vida.

A otros que subieron jerárquicamente en las congregaciones, Lucifer no los había molestado en demasía, para que pudieran conservar la credibilidad ante el pueblo, su buen obrar y carisma, pero cuando llegaron a posicionarse como altos líderes, el maligno supo ingresar en muchos de ellos por sus egos e impulsados a formar séquitos, arremetieron contra los verdaderos siervos de Dios bajo su mando, a fin de desplazarlos o aislarlos. Sacando o callando de ese modo a los que velaban con la verdad divina.

Los cargos altos de las Iglesias influenciados por el mal, impartieron medidas injustas e insensibles, pregonando que participarán del día del Señor solo los obedientes y humildes a sus palabras y reglamentos e indicaciones que ellos mismos estipularon desde sus corazones manipulados y fríos.

Al igual que aquellos malditos Nefilim, haciendo honor al significado de su nombre, (los que descienden para derribar) ellos fueron quitando, separando, volteando o derribando uno a uno de los siervos de corazón ardiente, por los que verdaderamente Dios bendecía a su pueblo, y esto el Señor lo estaba permitiendo para que queden en descubierto.

Las Iglesias perdían entonces el primer amor y Dios quitaba los candeleros, sus siervos de luz, y fueron quedando en penumbras. "y yo quitaré los candeleros de su lugar si no te hubieses arrepentido, porque tengo contra ti que has dejado tu primer amor"(Ap.2;4,5)

Los demonios vestidos religiosamente, formaron como siempre, en cada religión, su corte sacerdotal y colocaron al frente a sus ejemplares servidores o sacerdotes humildes y obedientes a ellos, hombres ciegos sin rasgos de maldad, "ciegos guías de ciegos" (Mt.15;14). que conservaban en los bancos de las congregaciones cantidades de seres creyentes vegetando sin la presencia ni el activar del fuego del Espíritu Santo, por lo que se entibiaban y adormecían hasta enfriarse, llegando al estado de pura indiferencia y superficialidad hacia el único Dios verdadero.

El diablo conseguía extinguir religiones, crear religiones falsas, manejar religiones mundiales, mantener a otras Iglesias adormecidas, y boicotear permanentemente a todas las denominaciones cristianas que existieran y aun sus demonios y espíritus malignos trabajaron individualmente en cada persona resuelta a buscar su salvación en Cristo.

El mal y sus influencias en las Iglesias prosperó derrumbando momentáneamente a los leales y haciendo escalar puestos a los corruptos para alejar de la fe a la mayor cantidad de miembros posibles y prometerles mintiendo a los que quedan tibios y con sueño que, así como están, heredarían el reino de los cielos.

Los demonios se abocaron a predicar alentando a las multitudes a que sean fieles en Iglesias muertas.

Las ovejas de Cristo reconocían la voz del buen pastor, del que solo responde y predica a Jesucristo, sin mediadores ni leyes eclesiásticas más que la Biblia misma, como palabra de Dios "Las ovejas oyen mi voz y me siguen y yo les doy vida eterna" (Jn.10;27).

El todopoderoso siempre mantuvo activa la llama del Espíritu Santo en todo lugar donde por sus frutos se pudieron reconocer (Mt.7;16) .

Pero Lucifer no se conformó con atacar a los creyentes solo por dentro de sus Iglesias, sabía que no llegaría a ganar totalmente esa batalla y entonces se decidió a accionar por distintos ángulos de persecuciones exteriores. Uno de esos flancos de ataque lo utilizó sacando provecho de frases célebres de ateos pensadores que plasmaron sus posiciones menoscabando a los creyentes, considerándolos pobres personas influenciadas por tradiciones, costumbres y culturas propiciadoras del temor al castigo divino.

Los criterios inteligentes de filósofos incrédulos, fue otro flanco de ataque. Por ellos se propagaron libros por millones, suponiendo a la religión como el opio de los pueblos y humillando a sus fieles al catalogarlos como ignorantes atrasados, dueños de un intelecto tan pobre y débil que tuvieron la necesidad de creer en algo que los sostenga.

Por otro lado, el mal, aprovechando las parciales y equívocas conclusiones de la ciencia atea, las empujó a las escuelas de casi todo el mundo con sus enseñanzas anti divinas, que nunca pudieron ser probadas, como las teorías evolucionistas y otras que descartaron la existencia de Dios.

Lo llamativo fue que aquellos que decían creer solo lo que podían ver, palpar y probar, adoptaron esa teoría predominante en centros educativos, que no ha explicado, demostrado, ni probado lo que ha pretendido enseñar. Porque según esta ciencia, la materia inerte, sin saber cómo, un día formó moléculas orgánicas y luego espontáneamente, por casualidad, estas moléculas orgánicas formaron protocélulas, con capacidad de auto reproducirse con un mapa genético tan complejo que su probabilidad de existencia se ha calculado en 1 seguido por 167.626 ceros, ¡Y todo gracias a la suerte y a muchos millones de años!!!

"El dios de este mundo, ha cegado y nublado el entendimiento de los incrédulos" (2°Cor.4;4).

Para aceptar estas teorías, como el origen de las especies con tantos eslabones perdidos y falta de pruebas, los ateos debieron recurrir a la fe, a creer sin ver lo demostrable y ello los situó a la misma altura que los cristianos, quienes también creyeron por fe y que los ateos, por ello, los consideraron pobres ignorantes de debilidad mental. Pero sin embargo, para los creyentes siempre existieron demostraciones, desde el tan perfecto desarrollo de un embrión en el vientre de su madre hasta todo lo que existe a su alrededor, que fue tan magnífico que no puede haberse producido por un simple hecho fortuito. El mismo ADN que trajo cada célula con una información única y codificada fue imposible de originarse accidentalmente, y ello también ha demostrado que un gran científico y Creador tuvo que haberlo hecho.

La ciencia, se ha definido como la observación, investigación, experimentación y reproducción de lo estudiado. El método científico envuelve la observación de fenómenos naturales, luego, la postulación de hipótesis y su comprobación mediante la experimentación. Un pilar fundamental de la ciencia fue la reproducibilidad, la capacidad de repetir un determinado experimento, sin embargo nunca ha podido reproducir una simple semilla que produzca plantas utilizando materia inerte. Mucho menos ha podido reproducir una simple bacteria, utilizando materia inerte y que pueda auto duplicarse, porque una cosa es que un evento haya sucedido por casualidad, suerte o chance evolutiva y otra cosa es que, aparte de tener la suerte de crearse solo y de materia inanimada, se forme con un mapa para auto reproducirse sin tener que pasar por el mismo evento casual que lo hizo existir.

Nunca se ha formado una nueva planta que de un nuevo fruto. Al contrario, solamente se empezaron a encontrar rasgos de extinción en todas las especies. Nunca hubo más, siempre menos y fue debido a la extinción. Porque Dios, el Todopoderoso hizo los cielos y la tierra en harta calidad y desde la introducción del pecado todo fue extinguiéndose. Jamás se pudo observar el desarrollo de un nuevo género de animales. Ni nada se ha visto en toda la historia que haya estado en tránsito de evolución.

Cuando la ciencia obtuvo de sus investigaciones que el genoma humano estaba emparentado en un 97% con el del chimpancé, creyó haber descubierto que el hombre provendría de una especie del mono, ancestro de ambos, pero nunca halló el eslabón que los uniría y nada se sabe del motivo por el cual una vez evolucionado hasta ser el hombre conocido, no hubo en su historia más rasgos de evolución en él.

Lo que sí fue concluyente es que solo y únicamente el cerebro humano fue capacitado con las conexiones necesarias para el lenguaje y la razón.

Dios hizo al hombre, el mundo animal y vegetal. Creó todas las cosas con organismos y procesos similares, cosa que confundieron con descendencia, pero lo cierto es que son similares porque provienen de un mismo Dios y de su modo creativo.

Por eso el genoma del hombre y el chimpancé están emparentados en un 97%, pero aunque poco lo divulguen, la comparación del genoma humano con los gusanos fue del 40%, y con la mosca el 60%, y cuando se comparó el genoma humano con el genoma del ratón sus similitudes fueron casi del 90%. Para los biólogos constituyó un serio rompecabezas el tratar de explicar de qué manera los programas genéticos tan similares pueden generar animales tan diferentes.

Las semejanzas fueron debidas a un mismo patrón de existencia, porque todos tuvieron un mismo diseñador, un dueño, un creador y Dios. "La unidad de la creación es testimonio al Único Dios Verdadero que lo hizo todo" (Ro. 1:20).

Aunque el diablo quiso hacer prevalecer que de la nada absoluta apareció una sola célula madre, que nadie supo explicar de dónde salió hace cuatro mil millones de años, y que paulatinamente por chance de supervivencia, suerte o casualidad dio vida a todo lo visible, fue más creíble entender a la humanidad que un Dios lo había creado todo, que creer la versión de la evolución. La evolución quedó simplemente como una religión alterna para aquellos que no quisieron someterse a la voluntad de Dios.

Solo la evolución micro biológica ha sido comprobada con observación, experimentación y reproducción, cuyos resultados afirmaron la posibilidad de variaciones únicamente entre las mismas especies.

Pero la evolución cósmica que tanto pregonó el origen del espacio, tiempo y materia. No es científica.

La evolución química, la cual aseveró que todos los elementos evolucionaron del hidrógeno. No es científica.

La evolución estelar y planetaria, que informó sobre el origen de las estrellas y planetas. No es científica.

La evolución orgánica, la que enseñó el origen de organismos vivientes de materias no vivientes. No es científica.

La evolución biológica, macro, que estableció el origen de las especies. No es científica. Aunque grandes grupos de científicos ateos hayan hecho acuerdos generales para aceptar definitivamente la evolución, aunque hayan acordado que la palabra "teoría" de la evolución ha despertado confusión y pretendan cambiarla, aunque hayan mentido diciendo que solo rechazaron su teoría unos pocos cristianos fundamentalistas, aunque el diablo haya continuado pretendiendo conquistar "creyentes", para que depositen su "fe", en esa postura cuyos indicios y mecanismos continuaron careciendo permanentemente de explicación demostrable, prevaleció la tendencia cierta, y la realidad demuestra que hasta la misma lógica de las personas se ha inclinado hacia Dios, y los ateos solo llegaron a ser algo más del 2 % de la población mundial y los agnósticos, quienes sostuvieron que la existencia de Dios no puede ser probada pero tampoco negada, apenas superaron el 12 % en el mundo.

Pero Lucifer continuó su ofensiva y viendo la inclinación de la gente hacia lo espiritual, agregó otro flanco de ataque y expuso sus filosofías promovedoras de la independencia mental y energías positivas, animando a escalar el autoestima, la autosuficiencia, hasta el punto tal, de considerarse cada uno su propio Dios, tal cual como les mintió la serpiente en el Edén a Adán y a Eva; "y seréis como dioses" (Gn.3;5).

Lucifer, como en aquella oportunidad, instaló la idea de que Dios no quiere que conozcan, experimenten, exploren, ni que se desarrollen y progresen en el intelecto. Que Dios fue siempre el mismo autoritario, tirano y prohibitivo, que solo requiere obediencia y sujeción a sus mandamientos coartando la libertad del ser.

Los espíritus incitaron a apartarse de ese Dios injusto, y a que busquen los hombres en su interior encontrarse a sí mismos y con ello, hallar al supuesto ser divino que existe dentro de cada uno, para que cada persona sea su propio Dios.

El diablo ha operado con bastante éxito esta estrategia que usó con Adán y Eva en el paraíso y también en el mundo moderno, lo que hace demostrable que los seres humanos no son capaces de evolucionar mentalmente ni con miles de años, por lo que los investigadores evolucionistas deberían explicar porqué la cadena evolutiva del mono quedó estancada ni bien llegó a ser considerado el homus moderno.

Los espíritus malignos, superaron a los humanos enormemente en sabiduría. De hecho la palabra demonio significó en griego; seres inteligentes. Incluso para los grandes filósofos griegos, los demonios fueron entes guiadores del saber y conocimiento de los humanos.

Lucifer siguió representándose para ellos y para muchos como una activa energía cósmica del universo. Pero esa sabiduría y conocimiento contuvo como propósito escondido alejar al hombre de Dios. Incluso hasta aquellos que sanamente vivieron admirando la naturaleza y toda la creación, han caído en lo que la Palabra de Dios predijo diciendo que muchos adorarían a la creación antes que al Creador. (Ro.1;25) Y llamaron a la naturaleza "Madre", y el naturalismo con sus ambientalistas radicales llegó a ser una religión más.

Ángeles caídos y principados con sus demonios, poseyeron, dominaron, e influyeron entre los reyes y gobernantes, entre los poderosos y personajes de renombre, entre las élites de famosos, de líderes mundiales, de prestigiosos sabios, filósofos, científicos y escritores, en personajes públicos en todo el orbe, proclamadores de la nueva era, de la astrología, del ocultismo y energías cósmicas, de sectas satánicas y logias con sus infinidades de miembros secretos que, en general, supieron pertenecer a las altas sociedades con poderío sobre el resto. Todos triunfadores en este mundo, en poder y en dinero "Porque todo esto es mío y se lo doy a quien quiero", dijo Luzbel. (Lc.4;5-6)

Las fuerzas malignas hacia el final de los tiempos manipulando las escrituras que los demonios conocen (Lc.4:10-11) atrapan usando el nombre de Cristo (Mt.7;22-23) a un enorme porcentaje de los habitantes de la tierra que vislumbrados con falsos milagros, señales (Mt.24;24) y ofrecimientos de prosperidad económica tientan (Lc.4;5-8) y seducen en tiempos difíciles a los necesitados y conquistan a los materialistas ambiciosos (1° Tim.6;10) que reunidos en gigantes templos son la imagen más real de la Iglesia falsa que engaña a multitudes diciendo "Aquí está Cristo"...(Mr.13;21) siendo los "obreros fraudulentos" (2°Cor.11;13-16) y "los obradores de maldad" (Mt.7:23) de los que el Señor adelantó que serán una señal de su venida (Mt.24;3) y alertó diciendo; "Mirad que no los engañen" (Mt.24;4), "No les creais" (Mt.24:23).

Los ángeles caídos siempre convivieron entre estas clases de humanos; "Se mezclarán por medio de alianzas humanas, pero no se unirán el uno con el otro, como el barro no se mezcla con el hierro"". (Daniel 2;43). Esas alianzas reflejaron a Satanás en el poder mundial y también la "alianza con simiente humana", que se generan en los países más potentes del mundo autorizando a los científicos a seguir desarrollando experimentos de híbridos seres humanos con animales.

Los gigantes del pasado, llegaron a ser al final de los tiempos los hombres poderosos de este planeta, y al igual que aquellos Nefilim de antaño, vinieron para servir a su príncipe Lucifer, llevando las humanidades engañadas al continuo pecado y distanciamiento de Dios, mofándose de los que predicaron la venida del Señor.

Repitiéndose la misma historia de los tiempos de Noé. Por tal motivo Jesús había anunciado esa señal para la época de su segunda venida; (Mt.24;37-39) "Será como en los días de Noé" Pero Dios, como en tiempos de Noé, será capaz de utilizar hasta las acciones perversas de Satanás, para llevar a cabo Su plan santo 

CAPITULO 11

Ángeles caídos reptilianos y luciferinos fueron marchando al frente liderando las naciones, las más elevadas organizaciones políticas, religiosas y ejércitos mundiales donde abundan sus Luminatis.

Por sus tremendas capacidades intelectuales e inteligencia superior, supieron comunicarse en todo idioma y corporizarse materializándose antropomórficamente en forma humana cunado lo consideren necesario.

(1°Re19;16),(Gn.19;10),(1°Re19;5),(Hech12;7).

Con potestades muy por encima de los demonios llevaron adelante tareas y responsabilidades mayores.

Con la facultad de poseer cuerpos extra dimensionales pudieron hacerse visibles o invisibles, aparecer o desaparecer, (2° Re. 6;17) manipular por dentro y por fuera la tierra, otros planetas y aun tomar acciones en otras dimensiones, y aunque individualmente no pudieron estar en más de un lugar al mismo tiempo, viajaron en tiempo y velocidades inexplicables.

Los ángeles caídos no necesitaron de un cuerpo humano, aunque pudieran poseerlo si quisieran para concretar planes de envergadura, pero para ellos, el estar dentro de una persona es limitante, porque poseen mayores capacidades que un simple cuerpo humano. Además su arrogancia maligna les haría sentir denigrante al poseer a un solo humano. Si lo tuvieron que hacer no habrán estado rebajados dentro de ese ser inferior por mucho tiempo, para eso estaban los demonios y sus posesiones.

Los ángeles malos conservaron la facultad de engendrar híbridos y mestizaje con alteración del genoma humano y siguieron experimentando con los humanos abducidos en naves a quienes les aplicaron su ingeniería genética. También se mezclaron entre los científicos que en países del primer mundo hacían prácticas de aberraciones, como humanoides/ animaloides, híbridos con características y formas humanas, con la excusa de crear nuevas vacunas y mejorar la calidad de vida de las personas.

Fueron estos profesionales los avalados por la bestia apocalíptica que, utilizando la sabiduría elevada de los caídos, avanzaron con el propósito de lograr la total clonación humana hecha a su semejanza como corona de la gran creación luciferina.

Así obraron los ángeles caídos, teniendo su propio cuerpo y disfrazándolos según la ocasión y el efecto que pretendieran provocar, ya sea como humanoides o extraterrestres.

Lucifer, les dio un amplio abanico de posibilidades y de estrategias para lograr ataques organizados de toda naturaleza y por todo ángulo.

En un rango inferior y en sociedad directa con ellos, estuvieron otros ángeles caídos llamados vigilantes o los Grigori según la tradición judía, quienes sobre carros de fuego observaban y cumplían indicaciones superiores, mientras se mostraban adrede, pacíficos, lejanos e indiferentes a todo los sucesos del continente y jugando con los objetos voladores desconocidos en tiempo y espacio sin que nadie pueda detectar esa energía hecha materia.

El diablo confundió a la humanidad haciéndoles creer que los mismos eran alienígenas en sus platos voladores, que pertenecían a otra galaxia y que estaban equipados y atentos para ayudar y asistir a la población terrena.

Es verdad que guardaron similitudes con los ángeles de Dios y sus carros de fuego, pero estos pertenecerían a las filas del mal.

Lucifer manejó las autoridades del mundo para que se ocupen en cerrar herméticamente todo descubrimiento, hallazgo y aberraciones que se refieran a estos "alienígenas" en los tiempos últimos, pero fueron tantos los hechos, que no pudieron evitar que se filtren informes y se escriban libros sobre los raptos que realizaron a seres humanos y animales para terribles experimentos, mutaciones e intervenciones quirúrgicas, en las que llevaron un especial interés por los órganos sexuales y aparatos reproductivos, tanto de humanos como de animales, de los que abundaron testimonios de víctimas de raptos, informes, secuelas y testigos presenciales.

Los testimonios más curiosos fueron aquellos relatos de personas que a punto de ser raptados o abducidos en naves, reaccionaron orando al Señor, y al expulsarlos en el nombre de Jesús, los captores, desaparecieron en el acto.

Claramente el libro de Enoch habló de estos ángeles vigilantes que cayeron, pero no fue cosa fácil diferenciarlos de los ángeles fieles, simplemente porque los malos se disfrazaron como ángeles de luz (2°Cor.11;14) aprovechando que tuvieron el mismo poder y facultades que los del bien. Por eso el apóstol Pablo dijo; "y si viniera un ángel a proclamarles otro evangelio no le creáis". (Gal.1;8)

Los originales ángeles vigilantes fueron una categoría celestial creada por Dios a fin de observar y actuar bajo indicación divina desde sus carros de fuego, energía materializada, que les permitía llevar a cabo múltiples funciones del bien.

La Biblia ha ofrecido muchos pasajes donde descendió el fuego consumidor de parte de Dios. De algún lado debía de salir el fuego y el azufre, las piedras ardientes o energía nuclear cuando la ira de Dios se hizo presente en ciudades como Sodoma y Gomorra que fueron destruidas. (Gn,19;24)

Un ángel celestial materializado, ya sea como humano o de cualquier otra forma, siempre que los necesitó, estuvo provisto de elementos sobrenaturales de utilidad para cumplir encargos divinos; "Se levantó el ángel de Jehová que marchaba al frente del ejército de Israel, y se puso detrás de ellos. Se levantó también una columna de nube de delante de ellos y se colocó a la espalda. Era una columna de nube y tinieblas para guiarlos de día, y de noche una columna de fuego para alumbrarlos, (Ex.13;21),(Éx.14,19-20).

Las columnas, tanto de nubes como de fuego, no eran el ángel en sí mismo, sino elementos necesarios dispuesto por Dios y administrados por sus ángeles para que estos sucesos pudieran acontecer.

En otro caso histórico bíblico, llamaron la "estrella de Belén", a una nave que pertenecía al grupo de estos objetos divinos,que se movía en las alturas pero que también podía detenerse cuando quisiera. "Salieron, y la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos hasta que se detuvo encima de donde se hallaba el niño". (Mt.2;1-9)

La Biblia muchas veces hizo referencia a que la presencia de Dios, o de ángeles buenos, e incluso malos, se manifestaron en estruendos, resplandores, vientos, luces, relámpagos, rayos, bronce, metales, brillos y formas extrañas de ruedas sobre otra rueda en carros de fuego.

Los escritores y testigos de hechos semejantes, no encontraban en esa época mejor asociación que comparar un carro de fuego a lo que estaban viendo como objeto volador sobrenatural, no había para ellos otro elemento parecido para asociarlo. Pero los textos bíblicos dejaron una visión detallada de estos objetos.

El profeta Ezequiel vivió la presencia divina relatando; "Cuando miré, había un viento tormentoso del norte aproximándose, y una gran nube rodeaba un brillo con un fuego continuo encendido. En medio del fuego se hallaba el bronce más resplandeciente". "Vi una rueda sobre la tierra, y en cuanto al aspecto de la rueda y de su fabricación, brillaba con el resplandor de una luz de cristal"(Ez.1:4)-( 1:24.)

El diablo y sus ángeles accionaron volver para mal lo que Dios había creado para bien, y los llamados carros de fuego, después de la creación de las galaxias, fueron también usados por los rebeldes ángeles con fines anti divinos.

Sin embargo Dios fue el creador original de todas las cosas. Por eso se escribió; "Los carros de Dios son miles y miles, en ellos vino del Sinaí al Santuario" (Sl.68;18)

"Pues he aquí que Jehová se presenta en medio del fuego, montado en los carros de la tempestad..." (Is.66;15)

Los ángeles de Dios que cumplieron misiones divinas sobre estos elementos, no se visualizaron con alas, aunque sí fueron identificados con alguna semejanza humana;

El profeta Ezequiel se refirió a la presencia de un ángel de Dios; "Miré y era una forma humana; por debajo de la cintura no era más que fuego, y de la cintura para arriba era como un metal incandescente" (Ez.8;2)

Así fue que, ángeles buenos, fueron también representados en carros de fuego, como lo copiaron los malos.

Alados ángeles querubines pudieron disponer desde afuera los movimientos de estos objetos voladores; "Vi cuatro ruedas colocadas al lado de los querubines, y las ruedas resplandecían como piedras preciosas... las cuatro ruedas eran de la misma forma como si estuviera una en medio de otra y cuando andaban lo hacían hacia cualquiera de los cuatro frentes ... Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían junto con ellos..." (Ez.10,9-17) y (Ez.1;15,27)

Los carros de fuego fueron utilizados para obrar la voluntad de Dios, en sucesos como cuando; "...Oró Eliseo y dijo: 'Jehová, abre sus ojos para que vea' Y abrió Jehová los ojos del muchacho y vio el cerro lleno de caballos y carros de fuego en torno a Eliseo..." (Reyes 6,15 al 18)

También cuando Dios llevó en vida a Elías, utilizó el mismo elemento; "Mientras seguían andando y hablando, he aquí que un carro de fuego y caballos de fuego separaron al uno del otro y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo miraba y clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su caballería! Y no lo vio más" (Reyes 2,11-12)

Ciertamente Dios había creado instrumentos para ser administrados por sus ángeles con fines benévolos, que después de la rebelión de Lucifer, los ángeles caídos con potestades que el creador no les retiró, administraron tales instrumentos, volcándolos al mal.

Ángeles malos y buenos, con mismas poderosas armas llevaron parejas y durísimas batallas, invisibles a la vista humana, pero cotidianas y encarnizadas entre ellos, como aquella en que el ángel Gabriel tuvo que luchar 21 días contra un ángel del mal que se oponía a que este cumpla su objetivo. Llegó el arcángel Miguel a prestar ayuda, y lo hizo hasta que vencieron a los enemigos. (Dn.l10; 1-14 y 20,21).

Aunque fácilmente un solo ángel podía exterminar con un armamento anti físico a 185 mil hombres en el campamento de los egipcios, (2°Reyes 37;36) cuando la batalla es contra otro ángel, se hace larga, como le sucedió a Gabriel (2°Rey. 6;17), (Dn.10;12-13).

El Arcángel Miguel comandaba legiones y organizaba el ejército del Señor, que fueron dos veces más en cantidad que los ejércitos de los ángeles infieles. Miguel siempre ha ido al combate contra Lucifer "Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles" (Ap.12:7).

Si bien los ángeles caídos solo llegaron la tercera parte de las cantidades angélicas, para equiparar o superar en número a los fieles, los rebeldes habían creado híbridos y mestizaje en eras de los hombres primitivos, en edades anteriores y posteriores al diluvio.

Los espíritus de los "primitivos" pre-adámicos que se unieron a la rebelión del diablo, más los 200 arcángeles rebeldes, a cargo cada uno de 10 mil vigilantes caídos que se relacionaron con mujeres terrenas y les nacieron híbridos gigantes, y otros que siguieron después, todos al morir quedaron como demonios, espíritus malignos e inmundos que permanecieron en la tierra para atormentar al humano como lo relató el libro de Enoch.

El origen de los demonios provino entonces de los espíritus de los Nefilim, engendros de ángeles caídos que murieron físicamente.

Los demonios no fueron los caídos, sino los hijos híbridos de los ángeles caídos. De lo contrario, nadie sabrá decir de dónde salieron los demonios.

Cantidades de legiones demoníacas fueron sujetas a cada ángel rebelde, y la suma de los demonios más los ángeles caídos superaron ampliamente el número de las dos terceras partes de ángeles fieles a Dios.

Los demonios se reconocieron con características diferentes a los ángeles caídos. Como inmundos y perversos. Ellos tuvieron cuerpo y lo perdieron, y en sus propósitos malvados desearon cuerpos de gente y hasta de animales para poseerlos. Esos demonios, una vez tuvieron un género sexual que mantuvieron para sí y es por eso que se pudieron seguir manifestando como hombres o como mujeres en casos de posesión, también las almas de difuntos que ellos puedan llevar arrastrando consigo continuaron conscientes del genero sexual al que pertenecieron, como todo difunto, antes de la segunda venida de Jesús.

Porque la respuesta que dio Jesús sobre "que en el cielo" no hay parejas "ni se casan ni se dan a casamiento", "(Mt.22;30) es para "el cielo". Es decir, en gloria con Dios.

Por eso continuó diciendo, que recién después de la resurrección serán comparables las almas con los ángeles asexuados, allí no habrá más parejas ni casamientos, en aquellos "Que fueron tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de los muertos". (Lc.20;35.)

Pero antes del día del Señor, se manifestaron almas y demonios en su sexo, aunque ciertamente inutilizado a cualquier tipo de placer o relación, a excepción de cuando han poseído un cuerpo humano.

Los ángeles caídos no necesitaron un cuerpo, pero los demonios estaban acostumbrados a un cuerpo y si no consiguen otro, al menos influirán, tentando a las personas, jugando con ellas, manejándolas y orientándolas al pecado o a la destrucción de sí mismas, utilizándolas de herramientas para dañar a su círculo íntimo o a otros. Infectándolas de espíritus perversos y de hasta una clara inteligencia alejada de Dios.

Jesús enseñó que; "Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando llega, si la halla barrida y adornada, entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero."(Lc.11:24-26)

A los demonios nunca les ha placido el agua "andan por lugares secos buscando reposo", sobre todo porque en la tierra pre-adámica sufrieron las eras hielo e inundaciones y en el mundo con Noé atravesaron otro diluvio, y en ambos casos sus cuerpos físicos híbridos fenecieron, además, bajo los mares, en un abismo húmedo, sufrieron los más feroces en encierros.

A los que no fueron confinados en prisiones, les asignaron regiones en la tierra y a diferencia de los ángeles caídos, no pudieron salir del planeta, son terrenales, se deleitan del pecado y se alimentan de la maldad.

Dominaron la telepatía y conocieron mucho de los pensamientos de las personas, de sus vidas y varios idiomas con lenguas muertas que correspondieron a sus orígenes.

Los demonios tuvieron casa propia, cuerpo, por eso cuando los han echado de las personas que estaban poseídas por ellos, buscaron una nueva casa y cuando no la hallaron, volvieron a su casa anterior, de donde fueron expulsados.

Ellos si no tienen "casa" no tienen reposo (Lc.11:24) (Mr.5:12). Al igual que los ángeles caídos, se escalonaron en categorías y jerarquías superiores de maldad, por eso dice el texto; "...Y toma otros siete espíritus peores que él..."

Han tenido tanta necesidad de un cuerpo de sangre caliente que, en una ocasión, le pidieron permiso a Jesús para que les dejase abandonar la posesión de dos hombres gadarenos a cambio de entrar a unos chanchos (Mt.8:31),(Lc.8:32), aunque ese pedido también correspondía a no ser enviados a los abismos que están bajo los océanos, repletos de criaturas tan demoníacas y feroces, que hasta otros demonios temieron ser ingresados al lugar.

Le tuvieron terror a los peores de los peores que se encontraban allá atados en las profundidades y que eran superiores en las jerarquías de maldad.

Por eso le rogaban a Jesús que no los mandase a ir al abismo, por miedo a los más crueles. Ellos obedecían por pavor a los caídos y a Lucifer.

Los demonios fueron infectando a todo el hombre poseído, sus cuerdas vocales, sus neuronas, sus nervios, sus músculos, sus instintos, su organismo completo, todo su ser. Ellos lograron hacer verdaderas posesiones donde de algún modo fueron invocados o se relacionaron por medios de ritos propios o desde terceros, ingresando a todo aquel que aunque sin saberlo les abrió una puerta o que se introdujo en el entorno de ellos como las personas que se creyeron capaces de jugar con los espíritus.

Los demonios saben de Jesús, y tiemblan de espanto, (Sg.2;19) pueden reconocer quiénes son Siervos de Dios y seguidores de Cristo porque en ellos la presencia del Espíritu Santo los llega a atormentar, (Hech.19;13,15) pero desconocen y agreden a quienes sin el poder del Espíritu Santo han pretendido tener autoridad por tan solo nombrar a Jesús o sus Apóstoles. (Hech.19;15,17)

A diferencias de las posesiones demoniacas, en las que han podido introducirse varios espíritus o demonios en la misma persona e incluso hasta una legión, las posesiones de ángel caído son de uno solo de ellos.

El ingreso de los demonios, también existe a través de la tentación y los vicios, para arruinar a cuantos pudieren, con el alcohol y las drogas. Estas sustancias como otras abren puertas a un sinfín de influencias malignas que terminarán controlando la vida de la persona y dañando su alma.

CAPITULO 23

A causa de la primer pareja todos fueron destituidos de la gloria de Dios (Ro.5;12-21) en una tierra que fue maldecida y dejada a merced de Lucifer (Gn.3;17), pero el sacrificio de Jesús tuvo mérito más que suficiente para redimir al hombre. (Heb.9,28 PDT)

El diablo aprendió a reconocer que el espíritu de los seres humanos eran aquellos mismos que habían sido creados con él y que no lo habían querido seguir en su rebelión, por eso continuamente los estocaba para decidirlos a su favor y sumarlos a su ejército del reino de las tinieblas.

Sabía que fueron débiles porque tambalearon en la guerra de los siglos como ángeles, temblaron en sus indecisiones y sintieron miedo para unirse a cualquiera de las razones, mientras que otros se mostraron tibios e indiferentes para con el mismo Dios que los había creado. Conociendo tal fragilidad, el Diablo se acercó continuamente para probarlos diciendo a Dios; "Toca lo que tiene y verás..."(Job1;11).

El pueblo de Dios del antiguo pacto venció a los Nefilim, híbridos de ángeles caídos, ganando las promesas santas, y el pueblo de Dios del nuevo pacto finalmente vencerá en Cristo a los ángeles rebeldes, demonios y espíritus, que en gran cantidad se han apoderado y manejado los destinos de la humanidad desde las más altas esferas, bajando hasta el más lejano y solitario hombre.

Aunque el camino haya sido peliagudo con una batalla y una marcha, otra batalla y otra marcha, combatiendo contra "principados, potestades, gobernadores de los aires y huestes de maldad", (Ef.4;12) cuando el fiel, llevó bien puesta la armadura de Dios, (Ef.6;10,18) el Espíritu Santo fue fuerte y poderoso sobre todo otro espíritu, y Jesucristo mismo dio a los suyos esa autoridad sobre toda potencia adversa, sean del tipo que sean. "He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo y nada os dañará" (Lc.10:19).

Esa autoridad que dio Jesús a los fieles fue absoluta y total sobre todo poder maldito y sobre Satanás mismo, sobre sus ángeles caídos, sobre demonios, posesiones e incluso sobre seres luciferinos que hayan tomado forma alienígena o vigilante del mal.

El nombre y encargo de Jesús ha espantado malvados desde entonces y ha abierto el camino a los que van delante, y que como ángeles en las comunidades cumplieron tareas reconocidas por los ángeles del trono de Dios que ya conocen a las personas desde antes que el mundo fuese, porque cuando el apóstol Juan quiso arrodillarse ante el ángel que le trajo un mensaje fue el mismo ángel que se lo impidió diciendo; "No lo hagas, porque soy consiervo tuyo" (Ap.19;10)(Ap.22;9).

Aunque ningún ser humano recuerda ese pasado en la gloria ni pudo alcanzar la sabiduría de ángel que antes había portado (Jd.1). Dios ha utilizado a hombres y mujeres como tales, para realizar misiones y labores divinas, convirtiéndolos en ángeles para otros. Así fue que; (Heb.13;2) "... algunos hospedaron ángeles sin saberlo ".-

El propósito de Dios fue que los hombres maduren en su espíritu y por pura gracia volverlos a él a través de Jesucristo para resucitarlos con un cuerpo perfecto e inmortal, heredando la vida eterna en la gloria, como cuando habían sido creados. Para que cuando ellos abandonen sus cuerpos mortales puedan vestirse de cuerpos inmortales, cuerpos incorruptibles (1°Cor.15:53,54),(Fil.3:21) contrariamente a los ángeles caídos que cuando abandonaron sus cuerpos inmortales celestiales se vistieron de cuerpos mortales terrenales.

"Ellos abandonaron su propia morada o habitación" (Judas 6). Y esa morada en los cielos que ellos abandonaron con sus decisiones, es la que los hijos de Dios anhelan alcanzar; "deseando ser revestidos de aquella morada o habitación celestial". (2°Cor 5;2), pues se trata de la morada en torno al trono de Dios a la que podrán llegar según el plan de Dios unos en la primera resurrección o arrebatamiento (Ap.20;6)(1Ts.4:17) y otros en la resurrección ante el trono blanco o juicio final. (Dn.12;2),(Ap.20;11-15)

Dios volverá todas las cosas al orden que tenían y que se había perdido tras la rebelión del principio, (Ec.1:9)"¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y no hay nada nuevo bajo el sol."

Bajo el sol no habrá nada nuevo que no sea lugar de prueba, salvación o condena. Pero lo que fue, volverá a ser igual. Lo que había sido hecho, volverá a ser realidad.

El fiel vencedor por gracia, volverá al lugar que tenía como ángel para servicio y gloria a Dios después de cumplir su propósito en esta tierra, "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas" (Ef.2;10), misión que llevará a muchas personas a acreditarse en un ser digno de volver a la patria celestial, donde estaba antes de todas las cosas.

"Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones". (Jer.1;5)

Dios conoce a cada uno en su personalidad y genética espiritual, conocimiento por el cual en muchos casos, designó desde antes responsabilidades y tareas especiales a distintas vidas humanas que fueron marcando la historia, pese a sus muchas caídas, los propósitos que Dios propone finalmente se cumplen.

"Los escogió en él, antes de la fundación del mundo, para que sean santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndolos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad". (Efesios 1:4-5)

De ningún modo Dios escogería desde antes de la fundación del mundo a quienes no habían existido con anterioridad, predestinándolos para salvación. El propósito era muy claro; "para que sean santos y sin mancha delante de él". Esto significa que en algún momento fueron manchados o alejados de la santidad y por esas salpicaduras e impurezas incompatibles con tal ámbito de gloria, es que fueron elegidos e ingresados a un plan divino para recibir santificación y renovarse; "para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo".

Jesús vino a salvarlos y volverlos a Dios, al igual que lo estaban antes de que el mundo fuese.

Claramente Dios quiso restaurar lo que se había perdido en el cielo con la guerra angelical y en el paraíso con el pecado.

La simiente maligna eligió permanecer y practicar el pecado (1°Jn,3;8-10) y Dios no obligará su ingreso a los cielos a quien tiene la libertad de no desearlo, ni tampoco condenará a ninguno por predestinación. Pero quien no cree en el Hijo de Dios será condenado (Jn.3;18) como los hijos del mal que siempre existieron como "hijos del diablo" (Lc.8:44), "vasos de deshonra", (Ro.9;22) enemigos del bien, hijos de la maldad, instrumentos del satán, generaciones de serpientes y descendencias malignas. Por eso unos serán para salvación y otros herramientas malvadas para perdición. (Jn.17;12)(Judas 4).-

CAPITULO 24

Llega al final un periodo de destrucción con claras señales descriptas en (Mateo cap.24). Y llega con el engaño a multitudes nombrando a Jesús,(Lc.17;23) una gran tribulación. (Dn.9;27) Guerras, hambrunas, plagas y desastres naturales.

Dios derrama así toda su ira contra el pecado, la vileza y la maldad. Los cuatro jinetes del Apocalipsis, (Ap.cap.6) los siete sellos, (Ap. Cap.6 y 7) las siete trompetas (Ap. Caps.8 al 11) y las copas de ira (Ap. Cap.16) tendrán sus periodos por siete años de calamidades y el ataque de poderosos demonios que son soltados al mundo, causando pavor entre las gentes que desearán morir y no podrán.

Las últimas trompetas del apocalipsis suenan rebelando lo que vendrá.

Cuando el quinto ángel tocó la trompeta, una estrella cayó del cielo a la tierra y se le dio la llave del pozo del abismo donde estaban los más horribles seres encerrados y con esas llaves el ángel, que era la estrella, abrió la región del abismo y desde allí subieron innumerables criaturas espeluznantes en tal cantidad que oscurecieron el día, y el aire mismo, de un modo que casi se palparon las tinieblas, aumentando el calor global como un horno y el terror se apoderó de todos. (ver Ap.9;1-2) "Y del humo salieron unas criaturas semejantes a langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones sobre la tierra". (Ap.9;3)

Esos seres, con un rostro como de humano, cabello de mujer, dientes de león, cuerpo de caballo, alas impresionantes y cola de escorpión con aguijones, eran como enormes, querubines infernales. (ver Ap.9;7-10) que se desplazaron por millares con un estruendo ensordecedor y estaban acorazados con hierro (Ap.9;9)

"El ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros corriendo a la batalla y en sus colas tuvieron poder para dañar a los hombres durante cinco meses, no a otra cosa sino a los hombres que no tuvieran el sello del Dios vivo en sus frentes" (Ap.9;4), porqué el Señor estaba protegiendo a sus escogidos en Cristo que en breve serían arrebatados de entre las gentes.

Pero el poder maligno no era para que matasen a los habitantes de la tierra, sino para que los atormentaran y fue mayor al sufrimiento del dolor de un escorpión cuando hiere al hombre (Ap.9;5) (Ap.9;6). Fue como si a las gentes les hubieran inyectado un veneno anti muerte y en el gran sufrir, buscaron morir pero la muerte huyó de ellos.

Esos querubines del mal y del espanto sabían distinguir entre los que debían sufrir sus males y los que no debían dañar.

Y aunque esas criaturas los torturaran hasta el pánico, ellos que confiaban en su libre albedrío no se arrepentían, porque en ese tiempo la maldad se multiplicó a tal punto que congeló los corazones quedando mil veces más endurecidos y "No se arrepintieron de sus hechicerías" (Ap.9;21).

La palabra original griega con la que se tradujo hechicerías fue pharmakeia, que derivaba de pharmakom que significa "una droga, o una porción que ata con encantamiento", haciendo alusión a las drogas alucinógenas.

El mundo estaba repleto de drogadictos que de nada se arrepentían, aunque eran atribulados por esa especie de querubín maligno con apariencia humana reptiliana animal. Dios había librado a la humanidad de lo peor, hasta lo último. (Ap.9;11)

Así pasó la quinta trompeta descripta en el apocalipsis y al sonar de la sexta trompeta se liberó a un ejército de demonios que mataron a un tercio de la humanidad (Ap "9:12-21), "Y ni aun así se arrepintieron..."(Ap.9;20) .

Todas las multitudes de seres preexistentes que una vez en la batalla de los cielos fueron ángeles indecisos tenían esta última oportunidad para que ejerciendo su libre albedrío tomaran la decisión final pero lamentablemente los que no se arrepintieron se estaban sentenciando a ser condenados al perpetuo alejamiento de Dios.

Y mientras estas cosas pasaban, sorpresivamente una pequeña manada de la cristiandad en el mundo es levantada (Lc.12;32-48, arrebatada en el aire (1°Ts.4;16-17), por Jesucristo mismo que dio cumplimiento a esta promesa llegando como "Ladrón en la noche" (2°Pd.3;10), (1°Ts.5;2)

Su promesa dictaba; "Vendré otra vez y los tomaré conmigo" (Jn.14;3) y fue el día llamado; "La primera resurrección" (Ap.20;6) Fue de repente, fue en "un abrir y cerrar de ojos",(1°Cor.15;50-54) y los fieles de los vivientes y de los difuntos fueron arrebatados y transfigurados al instante en cuerpos celestiales (1°Ts.4;13-17;5;9)(1°Cor.15;50-54), en cuerpos nuevos de resurrección, llenos de salud y de luz como el Señor Jesús lo tenía antes de ascender al cielo, y al igual que los ángeles a partir de allí, fueron asexuados porque hacia atrás ya no había más memoria, ni lágrimas, ni dolor, ni nada que empañara esa dicha. (Ap.21;4)- Todos los que hombres, mujeres y niños de Dios escogidos desde antes para este día estaban radiantes. Todos los que habían vivido antes y después del diluvio y fueron llamados. Todos los agraciados del tiempo pasado, del antiguo Pacto y de los profetas; todos los que aguardaban en "el seno de Abrahán" (Lc.16;22,23) y que "Como una gran nube de testigos" (Heb.12;1) habían llenado el paraíso del Pacto Nuevo. Todos los que "Creyeron estando designados para vida eterna", (Hech.13;48) todos los que nacieron para ser salvos por gracia, y aun los que no llegaron a nacer; los abortivos, los niños que partieron y los de todas las edades que habían vivido en desventaja con capacidades mentales diferentes. Todos ellos de toda tribu, lengua y nación (Mr.16;15) que fueron llamados. (Hech.2;39).Todos conformaban la novia de Cristo y se sintieron trasladados a un indescriptible salón nupcial inundado de gozo. Eran millares y millares con vestiduras blancas en estado de contemplación que disfrutaban de un santo silencio conmovedor y total, mientras "sus bocas se henchían de risa y las lenguas de alabanza"(Sl.126;2) hasta romper ese silencio iniciando al unísono un poderoso himno, un canto jamás escuchado (Sl.40;3) que fluía de los corazones hermosamente afinados en ese lugar "que ojo humano, no vio, ni su oído oyó, ni subió al corazón de hombre alguno" (1°Cor.2;9)

Mientras en la tierra seguían aconteciendo cosas terribles hasta que se cumplieron los siete años profetizados (Dn.9;27), En los cielos los arrebatados festejaban; "Las bodas del cordero" (Ap.21:7-8). Estas bodas finalizaron para dar comienzo a un gran acontecimiento esperado y anunciado como La Segunda Venida de Cristo, (Hch.1:10-11) (Lc.21;27) (Ap.1;7) Esta vez todos lo vieron, Él volvió sobre las nubes del cielo con todo su poder y majestad. (Ap.1;7) (Mt.24;29,30).con todo su esplendor y gloria.

De inmediato puso fin a toda tribulación y calamidad, venciendo al anticristo, a sus ejércitos y a su malvado imperio mundial.

Y el diablo fue atado en el abismo por mil años, lo ató un ángel, porque Dios no tuvo enemigos comparables a su nivel. Lo ató en ese abismo del que habían salido los demonios como langostas y que ahora había quedado solo y húmedo (Ap.20;1-2) y gobernó Jesús su reino sobre la tierra hasta que los mil años se cumplieron. (Ap.20;1-6)

Pasado el milenio, por breve tiempo fue soltado Satanás y volvió en contra de todos los que nacieron durante ese periodo, pero sufrió una avasallante derrota en la batalla final de Gog y Magog, (Ez. Cap.38 y 39),(Ap. 20.8-9) en la que terminó siendo lanzado al lago de fuego y azufre junto a su séquito por siempre. (Ap.20;7).-Cumpliéndose la profecía; "Entonces los cielos desaparecerán con un terrible estruendo, y los mismos elementos se consumirán en el fuego, y la tierra con todo lo que hay en ella quedará sometida a juicio".(1°Pd.3;10)

La tierra, los cielos y la raza humana dejaron de existir (Ap.21:1) "y los libros fueron abiertos, y también otro libro que es el libro de la vida" (Ap.20:12) aquel libro de la vida que Pablo decía estar escritos los que habían trabajado junto a él, (Fil.4;3) en el cual seencuentran escritos los nombres de los que el Señor conoce. (Ap.3;5).

En el libro de la vida están todos los seres humanos preexistentes que habían sido ángeles desde la creación de Dios, entre ellos están anotados los que ya tuvieron parte en el arrebatamiento llamado primera resurrección y que quedan exentos del juicio final que se está por llevar a cabo (Ap.7;9-17)(Ap.20;10-15).- y también están anotados los seres preexistentes que tuvieron indecisiones en la batalla del génesis de la creación y que no fueron predestinados para la primera resurrección sino para que con el libre albedrío otorgado escogieran su forma de vida pudiendo decidirse por propia voluntad hacia el Señor y Dios o tomar distancia de él.

"Y el que no se halló inscripto en el libro de la vida fue echado al lago de fuego" (Ap.20;15) porque todo ser espiritual que fuese engendro o hibrido de las huestes del mal se envían al mismo lago, ya que son los mismos que; "Adoraban a la bestia en la tierra y no tenían escritos sus nombres desde la fundación del mundo en el Libro de la Vida" (Ap.13;8).

Pero aparte del libro de la vida, otros libros fueron abiertos (Ap.20;12) Esto son los libros donde se encuentran escritas todas las acciones de estos seres preexistentes que serán llamados para ser juzgados según sus obras en este juicio donde (Jn.5,)"El Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo".

(Ap.20;12-13) "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras".

En este juicio pasan todos delante del "Gran Trono Blanco" (Ap.20;11-15), con excepción de los que mil años antes fueron arrebatados en la primera resurrección, enormes multitudes van a ser condenados a vivir entre los demonios y el sufrimiento, pero no todos, si no que otros tantos serán resucitados para gozo eterno.-

(Daniel 12:2 PDT) "La gran cantidad de muertos que descansa bajo tierra se levantará. Algunos se irán a disfrutar de la vida eterna y otros pasarán vergüenza y serán despreciados por siempre".- (Juan 5;28-29) "No os maravilléis de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz y los que hicieron el bien saldrán a resurrección de vida, más los que hicieron el mal, a resurrección de condenación. (Ro.2;5-8) es "La revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad".-

Nada se le pasa por alto a Dios porque es un juicio justo y si bien va a haber condenados también habrá para otros vida eterna en los cielos. En esos cielos que al inicio de la creación ya habitaban y que luego fueron ingresados a un plan de restauración por haber dudado a quien seguir, por eso tuvieron una vida humana con la que pudieron decidir a quién creer y como obrar. En cambio los que siendo ángeles perdieron luz fueron ingresados al plan de gracia como escogidos de Dios para participar en la primera resurrección porqué en Cristo fue avivada la llama de su espíritu que se estaba apagando y se sopló sobre ellos obrando en plena gracia. "Y el que comenzó la obra la perfeccionó" (Fil.1;6) y ya vivieron el arrebatamiento entre la gran tribulación y reinaron con Cristo mil años.

Pero ahora pasando mil años de esa primera resurrección, (pasó solo un día para Dios 2°Pd.3;8), les concede en el juicio final vida eterna o condenación a los otros antiguos ángeles que dudaron en la guerra del inicio y que por sus obras entonces recibirán lo justo y divino de parte de Dios y de ellos, los vencedores para vida eterna serán tomados como ejemplos de juicio para aquellos que siendo igual que ellos pretendan argumentar excusas que le hayan impedido el buen uso del libre albedrío.

Por eso "los hijos de Dios recompensados por sus obras para vida eterna serán en cierto punto quienes "juzgaran a los ángeles" (1°Cor.6;3) como pruebas vivientes de libre voluntad y justicia.

Así fue que maravillosamente unos en el arrebatamiento primero (Ts.4;17) y al día siguiente de Dios, (mil años) ingresaron gran parte de los otros por justo juicio a una nueva creación que descendió del cielo de Dios, (Gálatas 4:26; Hebreos 11:10; 12:22-24; 13:14), ambos inmensos grupos hicieron su entrada gloriosa a esa Ciudad Divina al mismo momento. No había privilegios y era aún más hermosa esta, que la que ya habían conocido como ángeles del cielo en los albores de la creación.

Estos nuevos cielos y nueva tierra para que moren eternamente los fieles en gloria como santos y ángeles del eterno era una nueva Jerusalén que descendía del cielo de Dios.(Ap.21;22).Y el espíritu de todos estos seres preexistentes volvió a unirse definitivamente al Padre.

Aquel que había sido de un rango espiritual impuro o tenue y logró en Jesús su transformación, retornó a Dios unido a esa pieza única que distinguió a los habitantes del mundo de los ángeles del cielo. La más valiosa obra integra y digna de tan sublime creador ; El Alma.

Habían sido hechos "un poco menor a los ángeles"(Sl.8;5) pero el día del ingreso a los cielos alcanzaron el mismo grado que los ángeles, "Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, son hijos de Dios, hijos de la resurrección." (Lc.20:34-36) Y hasta en algunos aspectos, ensalzados por encima de ellos, (1°Cor.6;3) porque llegaron a ser seres celestiales de distinción, aquellos que el Señor mismo fue a buscar escoltado con sus santos ángeles desde los cielos, diciendo "Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde de la fundación del mundo" (Mt.25;31,34), Ahora ese reino de gloria donde antes que el mundo fuese ellos habitaban en gozo vuelven a ocuparlo por heredad divina por ser Hijos de Dios estrechamente vinculados con su Padre y Hacedor a través del Espíritu de Cristo.

Lo habitan con cuerpos transfigurados. Primicias y vencedores ingresaron a la ciudad del Dios vivo, reconociendo con las más elevadas expresiones de gozo, el monte santo, las piedras preciosas de fuego y el mar de cristal junto al árbol de la vida donde habían andado en el principio de todas las cosas. Sabían que habían retornado a su hogar donde habían sido creados como nacidos de Dios. A su paso, de ambos lados, millares de ángeles en coro alababan al Eterno cantando hermosísimas melodías celestiales. Delante de ellos, cantidades inmensas de querubines y serafines los recibían conmovidos por la alegría, y de fondo, millones y millones rodeaban la esfera de luz divina formados en tal orden que reflejaban la inmensidad santa y pura de esos horizontes. Estos eran los ejércitos angelicales compuestos por todas las jerarquías de sus guerreros hasta el más revestido de victoria, como el fiel luchador de Dios; el Arcángel Miguel.

Las multitudes de vencedores en dicha continua, se fueron uniendo con voz quebrada al gozoso y potente canto de los coros, contagiados por el estado de júbilo indescriptible en esa santidad abrumadora de la atmósfera brillante que no encandila.

Finalmente todos los seres celestiales terminaron adorando y alabando al unísono al Creador y Padre. Y fue la más hermosa bienvenida que pudieron haber recibido los esperados ángeles que retornaron a sus ámbitos de origen y patria celestial. Y fue el final más maravilloso que pudo haber pensado el Padre, el Hijo y Espíritu Santo para este´pueblo que tenía una procedencia y una meta; Salió de Dios y vuele al Padre.

Amén.
















EPILOGO

Finalizo esta obra tomada en parte de mis escritos y apuntes de tres décadas atrás y sostenida por más de 400 versículos bíblicos.

Me he vuelto a introducir en los misterios del Señor como en mis tiempos pasados.

Estas letras han brotado después de mucho escudriñar las escrituras orando, hallando pensamientos y reflexiones coincidentes con otros autores inspirados, revelaciones divinas y bienes del espíritu santo.

Mi mismo escrito ha ido desvaneciendo mis incógnitas y a lo largo de las hojas se fue abriendo mi entendimiento. Pero no deja de ser para el resto una simple interpretación bíblica, entre tantas, con frutos de la imaginación del escritor, una hipótesis o teoría sobre los temas que estas páginas han tratado, con referencia en especial; Quienes somos, de dónde venimos y adónde vamos.

Pero para mí, es mucho más que eso. Es el milagro de que el Señor haya respondido mis preguntas, elevándome por su espíritu en conocimiento y sabiduría, dando resultados a mi búsqueda, moviendo verdades en mi corazón, iluminando desde mi mente hasta mis dedos que empezaron a moverse tecleando con ligereza antes de que se pierda esa claridad que me era mostrada en cada capítulo.








Tapa de reverso del libro

En un trazado con más de 400 pasajes bíblicos y 1000 versículos el autor inicia su visión de la historia sobre el plan de salvación divino desde la creación de los ángeles, el conflicto de antes de la fundación del mundo, sus consecuencias y el propósito divino.

En sus páginas nos va trasladando desde los orígenes de la vida espiritual, el universo, el mundo, sus habitantes, la cristiandad, dándonos a conocer la mano de Dios en cada situación y aún en muchos misterios que carecen de explicación científica y que están vinculados a las obras del mal y las obras del bien tanto como al final de la raza humana.

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